Guerra en Oriente Próximo

Gaza sufre su mayor incursión terrestre mientras llora a sus casi 7.000 muertos

Los bombardeos continúan matando a miles de palestinos y la situación es más que insostenible ante el colapso total del sistema de salud

El Ejército de Israel realiza una "incursión selectiva" en el norte de la Franja de Gaza

PI Studio

Andrea López-Tomàs

Israel tantea la invasión terrestre de Gaza. El Ejército ha realizado una breve incursión con tanques en el norte del enclave previo a “próximas etapas del combate” contra el grupo islamista Hamás, según ha informado un portavoz castrense este jueves. Mientras la Franja sufre una de las mayores incursiones desde el inicio del conflicto, los bombardeos continúan matando a miles de palestinos, unos 6.734 según el último recuento, y la situación es más que insostenible ante el colapso total del sistema de salud. Por su parte, la milicia islamista ha afirmado que "cerca de 50" rehenes israelíes retenidos en Gaza han fallecido como consecuencia de los bombardeos desde el pasado 7 de octubre. En la arena diplomática, los representantes de ambos bandos siguen moviéndose por el mundo en busca de apoyos. 

A lo largo de la la noche del miércoles, el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, insistió en la intención de sus tropas de realizar una “intervención terrestre” en el enclave palestino. Al cabo de unas horas, el Ejército militar anunció sus avances. “Durante la noche, las Fuerzas de Defensa de Israel han llevado a cabo una incursión selectiva utilizando tanques en el norte de la Franja de Gaza, como parte de los preparativos para las próximas etapas del combate”, ha indicado el portavoz militar. En la operación, “los soldados localizaron y atacaron a numerosos terroristas, infraestructura terrorista y puestos de lanzamiento de misiles antitanque”, ha explicado.

Sin detener los ataques aéreos con aviones de combate, las fuerzas israelíes “operaron para preparar el campo de batalla” y “abandonaron la zona al finalizar la actividad”, ha añadido. A su vez, ha anunciado el ataque de “más de 250 objetivos” de Hamás en el último día, lo que incluyó “centros de comando operativo, túneles y lanzaderas de cohetes ubicadas en el corazón de áreas civiles”, desde donde según Israel las milicias han “disparado durante toda la guerra”.

Horas más tarde, las brigadas Qassam, el brazo armado de Hamás, ha estimado "que el número de rehenes sionistas que murieron en la Franja a raíz de los bombardeos y masacres alcanzó a cerca de 50". Israel ha identificado a 224 personas secuestradas. Una delegación de Hamás ha viajado este jueves a Moscú para mantener conversaciones sobre la liberación de rehenes extranjeros, incluidos ciudadanos rusos. A este encuentro, también se han sumado representantes del ministerio de Exteriores de Irán

Israel ha pedido a Rusia que expulse a la delegación de Hamás, una “organización terrorista peor que Estado Islámico”. Moscú ha culpado de la guerra actual a los fracasos de la diplomacia estadounidense y ha pedido un alto el fuego entre Israel y Hamás. Rusia mantiene vínculos con Israel, Hamás, la Autoridad Palestina e Irán, todos ellos actores clave en el conflicto. Hamás ha expresado a Associated Press que esperaba una intervención más fuerte de Hizbulá en su guerra con Israel, en un inusual llamamiento público a sus aliados en la región. “Hizbulá ahora está trabajando contra la ocupación”, ha dicho Ghazi Hamad, miembro del buró político de toma de decisiones de Hamás en la oficina del grupo en Beirut. “Apreciamos esto, pero necesitamos más para detener la agresión a Gaza”, ha añadido Hamad. 

“Ningún lugar es seguro”

Los continuos bombardeos sobre la Franja han provocado, según la ONU, que no quede “ningún lugar seguro” en el enclave palestino. Así lo ha señalado la coordinadora de asuntos humanitarios de la organización para los territorios palestinos, Lynn Hastings, quien ha añadido que las “advertencias anticipadas” que el Ejército israelí lanza a la población para evacuar las zonas que va a golpear “no hacen ninguna diferencia”. La Asamblea General de la ONU también ha escuchado a los representantes palestinos e israelís durante su sesión iniciada este jueves.

Ya las cifras son incapaces de expresar el dolor de todo un pueblo. La gran mayoría de las 6.734 víctimas mortales en Gaza son civiles. Entre ellos, se cuentan al menos 2.800 niños. Más de 1.350.000 personas han sido desplazadas en una franja habitada por 2,3 millones de palestinos. En los territorios ocupados palestinos, la violencia también se hace presente por la acción de soldados israelís y colonos radicales que ya han despoblado varias aldeas y se han llevado por delante más de un centenar de vidas. 

Peligros de la invasión

Durante el jueves, las milicias de Gaza han seguido lanzando cohetes hacia distintos puntos de territorio israelí. El Estado hebreo se intenta preparar para los peligros de una invasión terrestre. “No voy a dar detalles sobre cuándo, cómo y cuánto, ni tampoco voy a especificar las diversas consideraciones que estamos tomando en cuenta, muchas de las cuales no son conocidas por la población de Israel, lo que es positivo, porque queremos proteger las vidas de nuestros soldados”, ha dicho Netanyahu en una locución televisiva la noche del miércoles. Por otro lado, el mandatario israelí reiteró la orden de que todos los gazatíes civiles abandonen el norte de la Franja, pese a que no hay condiciones de seguridad para ello.

El desplazamiento de más de un millón de palestinos hacia el sur no les ha garantizado conservar la vida, ya que también allí las fuerzas israelís siguen bombardeando núcleos urbanos. Además, la crisis humanitaria no tiene precedentes tras el corte total de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible por parte de Israel. Muchos gazatíes no han querido ni podido evacuar por tener familiares enfermos o discapacitados. A su vez, muchos hospitales ya han colapsado y no pueden atender a los más de 17.000 heridos, la inmensa mayoría niños, mujeres y ancianos, pues la ayuda humanitaria que ha entrado por la frontera con Egipto es insuficiente.