Más de 123.000 empresas se constituyeron el pasado año en España, con un incremento del 4,2% respecto al año anterior. La gran mayoría de las pequeñas y medianas empresas (pymes) parten de cero, de la mano de un emprendedor de mediana edad, con educación universitaria y con recursos económicos. Sin embargo, esto no sería posible si bancos y cajas no hubiesen puesto en marcha la maquinaria para financiar proyectos.

Las alternativas de las entidades financieras pasan por todo tipo de posibilidades y sus responsables de estas oficinas estudian, aprueban y formalizan las solicitudes bajo algunas condiciones como: un importe máximo de 1,5 millones de euros por beneficiario, proyecto y año, sin comisiones , y un plazo de amortización de los préstamos de 3 años con carencia.

El resto de los productos financieros para emprendedores dependerán de cada entidad. Por eso, siempre es lo más adecuado conocer las condiciones de unos y otros. Todo tiene un precio y una persona que quiera ver su proyecto empresarial hecho realidad, ha de pagar el suyo.

Reglas básicas

Sin embargo, existen unas reglas básicas para conseguir dicha financiación. De esta forma, un emprendedor, tiene varias opciones, como presentarse como persona física y solicitar un préstamo personal de consumo y destinar el dinero a la financiación de la empresa. En caso de tener una vivienda en propiedad se puede realizar una ampliación de la hipoteca y destinar el dinero obtenido a los inicios de su negocio. Además, si tiene relación de confianza con la entidad bancaria, pedir la apertura de una línea o póliza de crédito, que le permitirá disponer de una cantidad durante un año. En este caso, será fundamental el contar con bienes o personas que avalen la operación.

Además, las reglas para tener más posibilidades pasan por presentar una buena imagen personal de cara al director de la entidad, una buena imagen de empresa en caso de portar documentos de la misma y transmitir una seriedad en la gestión, estar en poder de las previsiones de tesorería, proyección de balances o contar con los servicios de un asesor económico que avale una gestión profesional de la administración.

Por otra parte, entre la documentación que la entidad le va a solicitar, se encontrarán las últimas declaraciones del IVA, IRPF e impuesto de sociedades; el balance de situación y cuenta de resultados lo más reciente posible , escrituras de propiedad en caso de avales inmobiliarios o documentos que acrediten la propiedad de otros activos, que pretende que sirvan como aval, y nómina en caso de trabajar para otra empresa, ya que casi con toda seguridad se pedirá el aval personal.

AIRBE