HOMENAJE A JOSÉ LUIS EGIDO

‘El Sastre’ que tejió un futuro para su pueblo

Egido con algunas de las trabajadoras del taller de confección que mantuvo abierto durante 45 años en el pueblo. | SERVICIO ESPECIAL

Egido con algunas de las trabajadoras del taller de confección que mantuvo abierto durante 45 años en el pueblo. | SERVICIO ESPECIAL / LA CRÓNICA

La Crónica

José Luis Egido, vecino de Salillas de Jalón, recibió el sábado sábado 6 de abril un sentido homenaje por toda una vida de profesión y de emprendimiento por parte de más de 80 extrabajadoras del taller de confección que mantuvo activo durante más de 45 años en el pueblo.

José Luis Egido Sevilla, conocido como El Sastre y tercera generación de una familia dedicada a la confección, inició la actividad de su taller en 1963 en el patio de la casa de su tía Ángeles. Empleando a un reducido grupo de jóvenes, comenzaba la andadura de una actividad que se convertiría en fundamental para la economía y el mantenimiento de la población en el municipio.

A partir de entonces, el taller de confección pasó por localizaciones distintas, la siguiente más grande que la anterior, en las actuales calles Aragón y Mayor hasta su tercer y último emplazamiento en Las Cales en 1997, ya de su propiedad.

Dichos locales sirvieron para que casi un centenar de trabajadoras, a lo largo de toda su andadura, pudieran desarrollar una actividad laboral sin necesidad de moverse del municipio, obteniendo autonomía económica en un tiempo en que en el mundo rural, fuera de la agricultura, no era sencillo que las mujeres trabajaran.

Calidad humana

Muchas de las presentes en el homenaje destacaron de José Luis la calidad humana más allá de la profesional, su comprensión, su cercanía, su esfuerzo y su sacrificio durante todos los largos años de trabajo al frente del taller. También tuvieron palabras de elogio para su mujer, María Jesús, porque ya se sabe que detrás de un gran hombre hay siempre una extraordinaria mujer.

Y en este caso extraordinarias fueron cada una de las trabajadoras, también trabajadores aunque en menor medida, que pasaron por un taller de confección que peleó cada batalla de la crisis del textil en España hasta su cierre definitivo en el año 2009. Todas ellas quisieron acompañar a la familia de José Luis Egido El Sastre en ese reconocimiento y homenaje a un esfuerzo vital que les permitió ganarse la vida sin salir de su pueblo.