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SENTENCIA DE LA MASACRE DE MADRID

El tribunal absuelve al 'Egipcio' y condena a más de 40.000 años de prisión a Trashorras, Zugam y Gnaui

La sentencia fija indemnizaciones de entre 30.000 y 1,5 millones de euros y descarta cualquier participación de ETA en la masacre

La Audiencia Nacional ha absuelto a Rabei Osman el Sayed, alias Mohamed el Egipcio, a quien la fiscalía y el resto de las acusaciones consideraban uno de los instigadores intelectuales del 11-M.

El tribunal ha condenado a casi 40.000 años de prisión a tres de los ocho principales acusados de la matanza: Jamal Zugam, autor material que fue reconocido en uno de los trenes, Otman el Gnaui, uno de los principales responsables de la célula terrorista, y el minero español José Emilio Suárez Trashorras, confidente de la policía, traficante de drogas y principal suministrador de los explosivos.

Zugam y el Gnaui han sido considerados culpables de 191 asesinatos y dos abortos, de 1.856 asesinatos en grado de tentativa y de cuatro delitos de estragos terroristas, mientras que el minero José Emilio Suárez Trashorras, a quien también se condena por los hechos de Leganés, ha recibido una pena algo inferior, de casi 35.000 años al aplicársele la atenuante de "anomalía psíquica".

Otros siete acusados han sido absueltos: Antonio Toro, Carmen Toro, Emilio Llano, Mohamed Musante, Javier González Díaz e Iván Granados, además de Brahim Musaten, que fue exculpado en pleno juicio.

Sentencia de 10 años para Zuhier

Del resto de los ocho principales acusados, para los que el fiscal pedía también casi 39.000 años de prisión, el marroquí Yusef Belhadj, acusado de ser autor intelectual y sospechoso de ser el portavoz de Al Qaida en Europa --apareció en un vídeo reivindicando los atentados-- ha sido condenado a 12 años de cárcel.

El también marroquí Hasan el Haski, presunto exlíder en España y después en Europa del Grupo Islámico Combatiente de Marruecos (GICM) e imputado por ser presunto cerebro de los atentados, ha sido sentenciado a 15 años.

Adelmajid Buchar, el otro acusado de ser el autor material y cuyas huellas se encontraron en una casa donde fueron construidas las bombas, fue al final sólo condenado por pertenencia a organización terrorista. Rafá Zuhier, confidente de la policía, que habría servido de intermediario en la entrega de explosivos, ha sido sentenciado a 10 años.

Descartada la autoría de ETA

Asimismo, el tribunal que juzga los atentados del 11-M asegura en su sentencia que ninguna prueba avala la participación de ETA en la matanza, tal y como sostenía la defensa de los acusados Jamal Zugam y Basel Ghalyun, que ejerce el abogado José Luis Abascal.

Ninguna de las pruebas solicitadas por ese abogado "avala la tesis alternativa" de ETA, según ha afirmado el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, durante la lectura del resumen de la sentencia.

Las indemnizaciones

La Audiencia ha fijado indemnizaciones de entre 30.000 euros y un millón y medio de euros para las víctimas directas e indirectas de los atentados, aunque por el momento no ha hecho mención acerca de las que percibirán los familiares de los 191 fallecidos en la masacre.

Según Gómez Bermúdez, se ha establecido una clasificación en 12 grupos, de menor a mayor gravedad, y se ha fijado una cuantía para cada uno de ellos, con un mínimo de 30.000 euros y un máximo de 1,5 millones --esta cantidad es para siete personas calificadas como grandes lesionados--. Mención especial para Laura Vega, una joven de 29 años que está en estado vegetativo permanente tras la matanza y que cobrará un millón de euros de indemnización y un depósito de 250.000 euros para su tratamiento.

La mochila de Vallecas

El tribunal considera que no hay duda de la autenticidad de la mochila de Vallecas, cuya desactivación fue clave para la investigación de los atentados, ni de su procedencia, la estación madrileña de El Pozo.

Los magistrados consideran que no se rompió la cadena de custodia, ya que los agentes que recogieron todos los efectos en dicha no los perdieron de vista desde que los llevaron al pabellón de la Feria de Madrid y luego a la comisaría de Vallecas.

La procedencia de los explosivos

Gómez Bermúdez ha suspendido la lectura del resumen de la sentencia alrededor de las 12.10 horas por un problema técnico con las fotocopias que iban a ser facilitadas a las partes y a los medios de comunicación, según fuentes jurídicas. La lectura ya se ha reanudado. El magistrado había comenzado a las 11.30 horas la lectura pública del fallo por los atentados.

La Audiencia también declara probado que los explosivos que estallaron en los trenes el 11-M y los que emplearon los suicidas de Leganés procedían de Mina Conchita, en Asturias.

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