El Ministerio de Fomento también intentará compensar la pérdida de aquellos servicios ferroviarios regionales que se supriman por baja ocupación con la utilización de autobuses de línea. Para ello, se está estudiando la posibilidad de que aquellas líneas interregionales que ofrezcan más paradas en sus trayectos puedan tener ventaja en las concesiones que otorga el ministerio.

Algo parecido podría poner en marcha el Gobierno de Aragón con su red autonómica de autobuses. De este modo, se intentaría paliar el agravio y la desvertebración que puede suponer la supresión en los próximos meses de algunas líneas de tren que tienen una ocupación inferior al 15%.

La ministra de Fomento, Ana Pastor, señaló ayer que "no se va a eliminar ninguna línea". En una entrevista a Onda Cero recogida por Europa Press indicó: "Hemos analizado todas las estaciones y apeaderos para ver donde hay pocos viajeros y, en ese caso, analizar una alternativa".

DIFERENCIAS DE COSTE "Seguiremos dando buen servicio a los ciudadanos, pero en sitios que no hay demanda no tiene sentido mantener un tren que cuesta de 1,8 millones al año y del que se benefician menos de 100 viajeros, es de malos gobernantes", concluyó. De hecho, el coste de algunos trayectos es, según Fomento, insostenible. En determinados trayectos, un viajero paga 10 euros pero el coste real --y cuya diferencia asume la Administración-- puede llegar a ser de hasta 400 euros. Muchos de estos servicios están subvencionados mediante convenios entre Renfe y los Ejecutivos autonómicos. Sin embargo, muchos de ellos han dejado de pagarlo por la carestía económica. Esto ha sucedido en Aragón en los últimos años, lo que deja en el aire este convenio.

HORARIOS Y FRECUENCIAS Una de las circunstancias principales que propicia una baja ocupación en estos servicios ferroviarios es la mala oferta de horarios y frecuencias. Ello imposibilita al usuario que el tren sea una opción útil en sus desplazamientos. Fuentes del Ejecutivo autonómico consideran que en cuanto se liberalicen estos servicios ferroviarios y puedan competir empresas por las líneas de viajeros, trayectos como Zaragoza-Teruel-Valencia o Zaragoza-Monzón-Lérida, podrán gozar de la rentabilidad que tenían cuando sus horarios eran más racionales.

Por este motivo, la DGA --interesada en mantener estos trenes-- podría tratar de negociar con diversas empresas para conocer su interés por explotar comercialmente aquellas líneas que sean gravosas para la Administración pública pero que se podrían rentabilizar. Asimismo, el Ejecutivo autonómico sopesa la misma posibilidad que Fomento: utilizar líneas de autobús para que los habitantes de aquellas poblaciones que puedan perder el tren. Esta medida ya se contempló y se estuvo barajando por el gobierno anterior en la pasada legislatura.

Estas opciones que se están barajando descontentan a los partidos de la oposición, que ya han emprendido diversas iniciativas parlamentarias en las que instan al Gobierno a que defienda la línea de tren convencional y sus servicios regionales por ser vertebradoras de territorio y ser de interés público.