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LAS DESIGUALDADES TRIBUTARIAS DE LA LEGISLACIÓN ESTATAL

Zaragoza pide que los bancos paguen impuestos por sus pisos de la Sareb

Las entidades se ahorran el impuesto de plusvalía que sí se repercutirá a los futuros compradores. Tampoco abonan el impuesto de transmisiones a la DGA por viviendas que sean de obra nueva

Zaragoza pide que los bancos paguen impuestos por sus pisos de la Sareb

El Gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza rechaza abiertamente que los bancos que transfieren sus viviendas a la Sareb, el denominado banco malo, estén libres de impuestos como el de plusvalías, que en cualquier transmisión patrimonial entre particulares supondría un sobrecoste mínimo del 7% en el precio de venta. Lo crítica públicamente, por primera vez, el PSOE municipal, y también Izquierda Unida. Ambos lamentan las "desigualdades" que establece la Ley de reestructuración y resolución de entidades de crédito con respecto a los futuros compradores de estos inmuebles, que en el caso de este tributo acabarán pagando por partida doble este tributo: tras la adquisición y por el traspaso de este activo al banco malo.

La ley, aprobada en noviembre del 2012, otorga a las entidades financieras una exención fiscal en este tributo que recaudan los ayuntamientos a la hora de transferir estas propiedades. Y lo hace tanto si proceden de promociones inmobiliarias fallidas o de desahucios. Pero no es la reducción de ingresos lo que critican tanto PSOE como IU, sino que este ahorro lo acabarán pagando los futuros compradores, porque "se les traslada el pago a los ciudadanos", aseguró el vicealcalde de Zaragoza, Fernando Gimeno, quien considera que "es un despropósito que no lo abonen las entidades financieras".

UN "DESPROPÓSITO"

A ellos se les repercutirá el tributo y serán los "paganos" de una normativa con la que ni los bancos ni la Administración perderán dinero. Los primeros porque no tienen que pagar impuestos por poner sus activos tóxicos en manos de la Sareb, y los segundos porque solo sufrirán "el retraso en el cobro" que supone esperar a que alguien compre esos inmuebles.

Un impuesto de plusvalías en el que entran en juego dos variables: el valor del mismo, sobre el que deben desembolsar el 7% en el caso de Zaragoza, y la antigüedad del mismo o los años que han transcurrido desde la adquisición. En el caso de los desahucios, la entidad financiera que ejecuta el mismo ni siquiera llega a ser titular de la propiedad. Pero ese 7% se vuelve a añadir en el momento en el que la Sareb formalice la venta.

Pero el de plusvalías no es el único impuesto que sortean los bancos. Con respecto a los que recauda el Gobierno de Aragón, tampoco la ley obliga a los bancos a pagar por el impuesto de transmisiones si estos pisos son de obra nueva. Si proceden de una promoción fallida "se considera una primera transmisión y no hay gravamen fiscal para ellos".

Posteriormente, cuando el banco malo venda esa propiedad a un tercero, le repercutirá el 10% del IVA y el 7% del impuesto de transmisiones "solo si es de segunda mano" el piso, según informaron fuentes oficiales del Departamento de Hacienda de la DGA. Un claro ejemplo del tratamiento tan distinto, también en materia fiscal, que tiene para la ley los pisos procedentes de una promoción inmobiliaria que no se ha vendido y los que son fruto de un desahucio.

Ambas instituciones coinciden en que es "incalculable ahora" el número de pisos que en Zaragoza y Aragón pueden acabar en el banco malo y, por tanto, las repercusiones económicas que pueden tener en la recaudación de este año, pero también confían en que el mayor gravamen que sufrirán los compradores también servirá para "rebajar los precios con los que se pondrán a la venta".

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