Las obras para reacondicionar el puente que une Santa Eulalia de Gállego con las principales localidades de su entorno ya han comenzado, pero ello no ha eliminado los problemas de movilidad de los vecinos de este municipio, que ahora tienen que cruzar a pie el río a través de una pasarela provisional. Una vez instalada esta estructura, los vecinos denuncian ahora que no está iluminada por lo que se hace difícil y peligroso transitar por ella cuando no hay luz natural.

«Han puesto balizas que emiten una luz naranja intermitente, que avisan de las obras, pero eso solo sirve para advertir a los coches. A los que pasamos andando no nos da luz», explica José María, un residente de Santa Eulalia. Por las mañanas tiene que cruzar el puente a las 7.00 horas para ir a trabajar, y los pequeños de la población también tienen que cruzar el puente antes de que salga el sol para que el bus los recoja al otro lado.

Para demostrar la situación en la que se encuentran, un grupo de vecinos del pueblo ha grabado el estado de la pasarela por las noches. En él se observa como las balizas apenas iluminan el camino y como los peatones tienen que utilizar sus teléfonos móviles o linternas para poder ver. El peligro, explican, y a pesar de que lleven calzado adecuado, es que se creen capas de hielo por las bajas temperaturas (ayer a las 7.00 horas el termómetro marcaba cinco grados bajo cero), lo que sumado a la falta de iluminación podría resultar peligroso para los viandantes.

El puente cortado al tráfico data del año 1917 y las obras, que durarán un mes, renovarán el tablero y sanearán armazón, que está muy oxidado. Este paso es la alternativa más habitual que los vecinos de Santa Eulalia utilizaban para salir de su localidad, puesto que la otra opción, que sigue existiendo, conlleva tener que conducir casi dos horas para llegar a los mismos puntos.

Desde que el puente se cerró, estos vecinos tienen que desplazarse desde el pueblo hasta el puente en coche (hay dos kilómetros de distancia), cruzar andando y coger un coche al otro lado del río para continuar hacia su destino. Para facilitar las cosas, el ayuntamiento de Santa Eulalia ha prevenido al alguacil del pueblo para que pueda llevar a los habitantes hasta el cruce cuando estos lo necesitan. «Nos pueden llevar también otros vecinos, pero está funcionando muy bien. Tiene el móvil encendido y el coche preparado por si hay alguna emergencia poder bajarles hasta el puente», explica José María.