Javier Rodrigo, concejal de Participación Ciudadana, explicó ayer en el desarrollo de la comisión de Cultura y Participación las razones de la salida del ayuntamiento de la Coordinadora Aragonesa de Voluntariado del ayuntamiento después de dos décadas. Las razonó en dos partes: la formación era deficitaria y los voluntarios demandaban otro tipo de instrucción.

Zaragoza en Común preguntó nada más abrirse la mañana en el salón de plenos por el Programa formativo para Voluntariado por Zaragoza, que ha sido adjudicado a la Fundación Ceste por 14.320 euros, elección que dejó fuera a la Coordinadora Aragonesa de Voluntariado, que lleva 20 años trabajando con el consistorio zaragozano.

«Tuvimos la oportunidad de reunirnos con la coordinadora y avalamos también la formación que hayan podido realizar durante estos años, pero la realidad es que esta formación era deficitaria en cuanto al voluntariado municipal específico. Con esto quiero decir que muchos de los talleres y formaciones que se estaban realizando durante los últimos años no tenían una implicación directa con todas las personas que habitualmente realizan las acciones en las que desde la unidad del voluntariado se llevan a cabo a lo largo del año», explicó el concejal de Ciudadanos.

La adjudicación de este servicio a Ceste, que sonó raro en ZeC, responde a que «una de las demandas que nos hacían los voluntarios de la casa era que querían tener esa formación específica. Por eso sacamos un contrato menor para las entidades que quisieran ofertar cursos». Se decantaron por Ceste «por la metodología, las instalaciones y la formación», dijo Rodrigo, que añadió que «también permite albergar a un número superior, algo que no se podía llevar a cabo en los últimos 20 años».