Me sorprende que la Iglesia cree una oficina de denuncias de abusos sexuales de clérigos o religiosos. La idea del Papa no es mala, en teoría, pero. ¿por qué ha tardado tanto en crearla en Zaragoza? Les daban un año de tiempo y han apurado plazos. Otra duda: ¿qué competencia tiene esta oficina para tramitar denuncias de ilícitos penales? La respuesta es clara: ninguna. La ley de enjuiciamiento criminal estipula dónde hay que realizar las correspondientes denuncias o querellas de los respectivos delitos. Puedes denunciar en comisarías de Policía, Guardia Civil, juzgados de guardia etc, pero no en una oficina episcopal. Con este tipo de acciones, la Iglesia se aleja cada vez más del ciudadano, de la sociedad, intentando crear normas paralelas que contravienen a las leyes ordinarias, con procedimientos paralelos sin ningún tipo de garantías. Por ejemplo: una persona es conocedora de unos abusos sexuales y va a esa oficina. ¿Entiendo que lo primero que hará esta oficina será ponerlo en conocimiento de la autoridad competente, ya sean Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o juzgados? La gente tiene que saber que esa oficina, por muy loable que sea su ideario, no es el sitio competente para poder interponer una denuncia. El protocolo dice que ante el conocimiento de unos hechos que pudieran ser constitutivos de delito, se interpone denuncia, o querella criminal en los sitios competentes, y es la Justicia la que tiene que darle una respuesta al denunciante con la aplicación del código penal, que, gracias a Dios, es para todos igual. Las leyes no entienden de religión, se aplican sin miramientos, y en delitos tan graves hay que ser contundente. Si esa conducta es merecedora de un reproche penal, el Estado garantizará un juicio justo, así como una condena acorde a la ley.

*Abogado