Opinión | SALA DE MÁQUINAS

Censura

La fecha del patrón San Jorge tiene en Aragón una celebración destacada con el Día Libro en Zaragoza. Una cita ya consolidada que reúne a decenas de miles de personas en el paseo de Independencia, en torno a los libros, los libreros, editores y autores. Con más de cuatrocientas firmas, entre ellas de gran prestigio, la jornada de este reciente 23 de abril fue, una vez más, extraordinaria.

Como el resto de mis colegas de letras, muchos venidos de fuera, disfruté del contacto con mis lectores, dedicando libros, comentando toda clase de cuestiones, hasta volver a casa con muy buen ánimo y la seguridad de haber participado en un evento de nivel nacional, muy bien organizado, multitudinario y merecedor de la máxima difusión.

Como llegué a las nueve de la noche puse el Telediario, para ver de qué modo habían recogido nuestro Día del Libro. Una vez nos hubo informado de las cosas de Sánchez, de Ucrania y de Gaza, el noticiario de TVE abrió su sección oficial de Cultura, y me puse más cómodo para disfrutar de nuestra noticia. Pero, para mi asombro, no salió Zaragoza, sino Barcelona. El locutor explicó que el Sant Jordi que cada 23 de abril se celebra en la capital catalana es el evento literario más importante del año, sin ningún otro que se le pueda comparar. Durante varios minutos, Ramblas arriba y abajo, entrevistaron a toda clase de gentes que se deshacían en elogios sobre el Sant Jordi. Y eso fue todo. Del Día del Libro de Zaragoza, que no tiene nada que envidiar al de Barcelona, los censores de Prado del Rey no incluyeron una sola imagen. Del Día de Aragón, cinco segundos para Lambán recibiendo la Medalla de Oro. El presidente Azcón no salió.

Qué vergüenza, ¿verdad? Pero, ¿por qué nadie dice nada?

Este comportamiento indigno de un medio público que favorece a unos territorios e ignora a otros acabaría muy pronto si nuestras instituciones se unieran para reclamar que tanto la televisión pública como la radio pública como la agencia pública de noticias informasen en el debido ámbito de los acontecimientos de Aragón. Lo que estos funcionarios de comunicación hacen tiene un nombre: censura.

Suscríbete para seguir leyendo