Violencia sexual

Irte de festival y aprender de consentimiento sexual: los espacios seguros de Cruz Roja

La organización instala puntos violeta en zonas de ocio nocturno, festivales y fiestas para prevenir las agresiones sexuales, sensibilizar sobre la violencia machista a través de la diversión, e intervenir y acompañar a posibles víctimas de violencia sexual.

Una joven en una manifestación feminista en Barcelona.

Una joven en una manifestación feminista en Barcelona. / EFE

Violeta Molina Gallardo

Un festival, las fiestas del pueblo, una zona de bares... La violencia sexual ha provocado que los lugares de ocio sean percibidos como inseguros para las mujeres. Con el objetivo de que las chicas salgan de farra sin tener que preocuparse por su seguridad, Cruz Roja Juventud despliega este verano en gran parte del territorio español su iniciativa Espacio Propio, puntos violeta concebidos tanto para intervenir y acompañar a víctimas de agresiones sexuales como para sensibilizar a la juventud a través del juego y la diversión sobre la importancia del consentimiento y la magnitud y normalización de las violencias machistas.

Hacer pedagogía feminista para prevenir conductas machistas y violentas, atender a posibles víctimas en caso de que se perpetre una agresión y también disuadir a potenciales agresores: estos puntos violeta de Cruz Roja quieren servir de lugar seguro para las jóvenes, transmitirles el mensaje de que están allí para ellas y de que sólo tienen que preocuparse por su diversión.

"El ocio nocturno tiene un aura en la que parece que las normas se difuminan: por eso es importante que nuestros puntos violeta estén presentes como recordatorio de que podemos pasarlo bien respetando a todas las personas. (...) Otorga un grado de libertad a las mujeres, que saben que van a poder disfrutar de un rato sin pensar en su seguridad, sólo en pasarlo bien. Por eso es importante que haya puntos violeta en todos los espacios", explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, la referente de Espacio Propio Cantabria, Lara Marín.

La iniciativa de puntos violeta Espacio Propio comenzó en 2021 y este verano va a estar presente en una treintena de provincias. Sólo en 2022 realizaron 473 actuaciones en 23 provincias y se atendió a más de 51.000 personas. Festivales de música, fiestas populares o zonas de bares son lugares donde se instalan estas carpas.

"Si nos necesitas durante la noche vas a poder contar con nosotras"

La responsable estatal de la línea de feminismos y colectivos LGTBIQ+ de Cruz Roja Juventud, Ana María Daza, denuncia en conversación con este periódico que "estar en un espacio de ocio nocturno conllevaba para las mujeres en muchas ocasiones tener que soportar agresiones". El proyecto surge para concienciar sobre ello, para que el número de agresiones disminuya, y para que, cuando una se produzca, se acompañe a la víctima. "Es uno de los proyectos más grandes de sensibilización.

"El simple hecho de estar allí presentes es una seguridad que se le da a la población femenina: 'Vale, si no te pasa nada, no te acercas, pero sabe que estamos aquí y si nos necesitas durante la noche vas a poder contar con nosotras", asevera Daza.

Amira Far tiene 18 años y desde hace dos es voluntaria de Espacio Propio en La Rioja: "Cruz Roja observó una necesidad, vio que las mujeres estábamos desprotegidas en los espacios de ocio nocturno. A partir de ahí nace este proyecto de sensibilización en lugares de ocio nocturno y festivales que tiene dos vertientes: la de sensibilización sobre violencia de género, violencia sexual y acoso, con actividades con las que intentamos que las personas que se acercan pasen un rato divertido y provechoso; y luego la parte de la intervención", cuenta.

Punto violeta en un festival.

Punto violeta en un festival.

"En el caso de que ocurriese alguna agresión, que puede ser desde algo leve entre comillas como que te toquen el culo, a lo más grave que podría ser una violación, las mujeres tienen un espacio resguardado, tranquilo y con personal formado al que recurrir. Allí se la va a dar la información de lo que puede hacer a continuación, tenemos un protocolo sobre cómo actuar, con recursos para que ese mal rato sea lo más llevadero posible. Lo más importante es acompañarlas sin presionarlas. Nosotras les podemos decir lo que pueden hacer, pero nunca les vamos a decir que denuncien, simplemente les exponemos las opciones quen tiene y que las acompañaremos elijan lo que elijan", continúa Far.

La referente de Cantabria incide en que están "preparadas para intervenir en caso necesario". Recuerda que el año pasado, el Reggaeton Beach Festival de Santander se celebró en un contexto de alarma por el miedo a casos de sumisión química por pinchazos: "Hicimos mucha intervención de contención de pánico. Nos convertimos en ese espacio seguro, muchas chicas se nos acercaron para pasar un rato, descansar y apartarse de la multitud porque la situación se volvió bastante incómoda para muchas de ellas", narra.

Sensibilizar en plena fiesta

El segundo pilar de estoss puntos violeta es la sensibilización contra las violencias machistas. Todo un reto porque hay que llegar a la juventud en un contexto en el que está de fiesta, por eso se hace mediante juegos y dinámicas de gupo, para que forme parte de la diversión de la noche.

Enseñar a detectar la violencia y a que se comprenda la gravedad de las agresiones sexuales son los objetivos de estas actividades. Se trata de transmitir principios básicos pero muy necesarios: "Algo que recalcamos mucho es que el cuerpo pertenece a la persona que lo tiene y que no podemos hacer uso de él sin su consentimiento. El consenso es superimportante. Como estamos en ocio nocturno, hablamos de las agresiones perpetradas con ingesta de alcohol y también de la violencia psicológica que soportamos, de los comentarios innecesarios que toleramos las mujeres", precisa Daza.

Punto violeta en un festival.

Punto violeta en un festival.

Tanto Far como Marín coinciden en que encuentran a una juventud muy sensibilizada. "Hay un rechazo general a la violencia y se tiene consciencia de que no podemos permitir que estructuralmente siga habiendo situaciones de discriminación", concede la referente de Cantabria. "Para nosotras es muy satisfactorio acercarte a hablar con chicas jóvenes y crear una especie de pequeña red de alianzas dentro de estos espacios".

"Es muy importante que todas seamos jóvenes porque se crea en ese momento un espacio en que nos podemos escuchar y sentirnos escuchadas. Es una para que una chica diga 'a mí esto me ha pasado' y a partir de ahí surja reflexión incluso entre una pareja. (...) Muchos chicos reconocen la existencia de la violencia, que nos sentimos incómodas en las fiestas...", apunta Marín.

En algunas ocasiones, sostienen las portavoces de Cruz Roja, hay quien increpa a las voluntarias del punto violeta, pero son una minoría. "Si les intentas tranquilizar un poco y están medianamente abiertos a escuchar, suelen cambiar de opinión. Si van en grupos más grandes, pasa algo muy bonito, y es que los chicos se autorregulan ellos mismos sin que nosotras tengamos que decir nada. Los mismos hombres del grupo le dicen 'tío, para, ¿no ves que te están explicando esto?'", sentencia Far.

Este verano Cruz Roja despliega sus puntos violeta en las provincias de Álava, Albacete, Alicante, Almería, Asturias, Ávila, Baleares (Mallorca, Menorca e Ibiza), Barcelona, Cantabria, Castellón, Ciudad Real, Córdoba, Cuenca, Guadalajara, Huelva, La Rioja, Las Palmas de Gran Canaria, Madrid, Navarra, Palencia, Pontevedra, Salamanca, Santa Cruz de Tenerife, Segovia, Sevilla, Soria, Toledo, Valencia, Valladolid, Zamora y Zaragoza.

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El 016 atiende a las víctimas de todas las violencias contra las mujeres. Es un teléfono gratuito y confidencial que presta servicio en 53 idiomas y no deja rastro en la factura. También se ofrece información a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y asesoramiento y atención psicosocial mediante el número de Whatsapp 600 000 016. Además, los menores pueden dirigirse al teléfono de ANAR 900202010.

Las víctimas de maltrato sordas, con discapacidad auditiva, ciegas o sordociegas pueden llamar al 016 con 900 116 016, SVisual, ALBA, Telesor, ATENPRO y la app PorMí. Todos los recursos contra la violencia de género.