SUCESOS EN ARAGÓN

La familia del empresario desplumado en Zaragoza le reprochó el robo a la denunciada

El hermano del finado y su esposa quedaron con ella y le advirtieron de que tenían pruebas

También le pidieron que devolviera las llaves de la vivienda donde residía con el fallecido

El financiado residía en un chalet ubicado en el zaragozano barrio de Montecanal.

El financiado residía en un chalet ubicado en el zaragozano barrio de Montecanal. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Aunque el Grupo de Robos con fuerza en domicilios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón todavía no ha completado ninguna detención por el robo de 140.000 euros a un empresario zaragozano tan solo tres horas después de su entierro, los investigadores continúan analizando los datos aportados por los denunciantes para tratar de esclarecer lo sucedido. Según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, el hermano y la cuñada del finado concertaron un encuentro con la denunciada –amiga y cuidadora del difunto durante su enfermedad– para reprocharle el presunto robo de los 100.000 euros, de las joyas valoradas en otros 40.000 y de un móvil y un ordenador de la marca Apple. También le solicitaron que devolviera el juego de las llaves de la vivienda donde residía el muerto.

Así lo hicieron constar ambos a los agentes del Cuerpo Nacional Policía cuando interpusieron la denuncia el pasado 24 de enero. Y es que, a principios del mes de diciembre, la cuñada contactó por teléfono con la investigada para transmitirle que en la casa del empresario había echado en falta los citados efectos, que se encontraban ocultos en lo alto de un armario. Tras varios intentos, lograron quedar en persona con ella en la urbanización del zaragozano barrio de Montecanal donde residía el finado. Fue en ese momento cuando, primero, le pidieron que devolviera las llaves y, luego, le advirtieron de que tenían pruebas de que había sido ella quien se había apropiado del dinero y de las joyas. La denunciada se defendió de sus reproches y les dijo que no tenía nada que ver en ese episodio.

Un tiempo después

La reacción de los demandantes llegó varias semanas después de la muerte del empresario, que expiró el 18 de octubre del año pasado como consecuencia de una larga enfermedad derivada de un tumor cerebral. Dos días más tarde de la defunción, sus familiares y allegados se congregaron para darle el último adiós y algunos de ellos se juntaron luego en un bar del centro de la capital aragonesa. Entre ellos figuraban la investigada y los dos denunciantes. Y estos últimos refirieron a los agentes que, en torno al mediodía, la denunciada se marchó de allí alegando que tenía que ir a trabajar. Volvió a primera hora de la tarde al mismo establecimiento y ahora consideran que, durante ese impass, se coló en la vivienda para arrebatarle los efectos.

Para justificar su postura, indicaron a los agentes que el portero de la urbanización había visto salir a la susodicha del domicilio con una bolsa cuyas características coincidían con la mismas donde permanecían escondidas las joyas y el dinero en efectivo. Una vez recabaron todos estos indicios, decidieron denunciar los hechos ante el Cuerpo Nacional de Policía. 

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