Todos sabemos que hay ciertos alimentos que solo debemos tomar de vez en cuando, una especie de "comida trampa" que a veces puede llegar a ser beneficiosa. No nos engañemos, sabemos que deben ser esporádicas, pero sus sabores hacen que sean muchas veces irresistibles. Eso salvo que seas un realfooder de manual o una persona con un control muy estricto del cuidado personal.

La lista de comidas rápidas es bastante elevada, pero hay algunos alimentos que son las verdaderas estrellas. Hablamos por ejemplo de las pizzas, las hamburguesas, los kebabs, el pollo frito y complementos como por ejemplo los nuggets o las alitas de pollo, que son los reyes de la comida rápida. De hecho, las principales cadenas sirven alguno de estos productos.

Ahora bien, ¿cuál tiene más calorías? ¿Con cuál deberías sentir más remordimientos? Partimos de la base de que sanos, lo que se dice sanos, no son ninguno, pero unos tienen más calorías que otros.

¿Cuál es el rey?

Hay una pequeña trampa y es que en este caso depende no solo de la ración, sino también de los complementos. Por ejemplo, una pizza no solemos acompañarla de patatas fritas, pero el pollo o las hamburguesas sí, lo cual puede hacer que el contador de calorías se dispare algo.

Unos seis nuggets rondan las 300 calorías, lo que hace que cada uno tenga unas 50, si bien es verdad que acostumbramos a mojarlas en salsas que elevan la ingesta calórica. Un poco más calóricas son las alitas de pollo, pero la diferencia tampoco es tanta.

Un kebab completo (con lechuga, tomate, salsas y queso) está en torno a las 750 calorías, que es un número considerable. El principal motivo, aparte de las salsas, es la cantidad de grasa que tiene la carne, que ronda el 30%, tal y como dijo un estudio de la OCU.

Un lugar honorífico es para las hamburguesas. Aquí dependen muchos factores, como el tamaño de la carne (150, 200, 250 gramos...), la cantidad de grasa (se recomienda un 20-25% para que quede jugosa), el pan y los aderezos. No es lo mismo carne con pan, lechuga y tomate que echarle salsas como barbacoa o mayonesa, bacon, huevo o aros de cebolla. Y, por supuesto, el queso. La cantidad de calorías, sin patatas, sube hasta más o menos las de un kebab.

Pero la palma se la lleva la pizza. La combinación de masa, mucho queso y todo lo que le metemos hace que sea la comida rápida más calórica de largo.

Cada porción de una pizza de supermercado normal y corriente de jamón york y queso supera las 250 calorías, por lo que fácilmente llega a las 1.000 si te la comes entera, por lo que dependiendo del tipo de pizza puedes estar comiéndote tranquilamente 2.000 calorías, es decir, lo estimado para una persona adulta en un día entero. Si la haces en casa con unos pequeños trucos puedes hacer que el número de calorías se reduzca considerablemente.