Quizá no te des cuenta, pero nuestra sola presencia en casa, si no hay una gran ventilación, propicia que el hogar pueda oler fuerte. Y nuestro olfato se acostumbra enseguida a los aromas, por lo que posiblemente ni repares en ello. La presencia de mascotas también ayuda a que una casa pueda oler fuerte, lo mismo que las frituras, la basura o las tuberías.

En definitiva, tenemos que ponerle remedio. Hay muchas opciones en el mercado, como por ejemplo difusores de aromas, velas aromáticas, aceites esenciales (echa un vistazo a este truco para el zapatero o los muebles) o bolsitas de plantas naturales como lavanda, por ejemplo.

Pero una de las mejores opciones por las que puedes optar es por las plantas de interior. Aparte del aroma que desprenden, totalmente natural y que nos lleva instantáneamente a la naturaleza, una especie de oasis de paz entre tanto asfalto, coche y urbanismo, también dan un toque de color distintivo. Y por si fuera poco suelen ser muy fáciles de cuidar. Por eso, allá van cinco que puedes emplear.

Flor de nácar o de cera

Flor de cera.

Se le conoce por ambos nombres y, aparte de por su aroma, está en la lista porque es muy fácil de cuidar. De hecho, prácticamente solo necesita el agua normal y luz. En verano sobre todo, con el calor, sus flores emiten un aroma tan inconfundible que llega hasta los dos metros de distancia.

Orquídeas

Orquídeas.

Uno de los clásicos y tiene muchas variedades, por lo que puedes probar varias. Sus flores son muy complejas, por lo que tendrás una planta única. Ahora bien, hay que evitar la humedad y le debe dar bastante el sol, por lo que puede no ser apta para todos los hogares.

Gardenias

Gardenias.

Otra planta de las imprescindibles. No solo destila un gran aroma de sus hojas, ya que también en el tallo y en su follaje lo lleva impregnado. Sus flores blancas dan un aire fresco y veraniego al hogar aunque sea invierno. Ahora bien, necesita una humedad y temperatura controladas y también hay que hacerle una poda periódicamente para que no se haga demasiado grande. No es apta para principiantes.

Jazmín de Madagascar

Jazmín de Madagascar.

Solo el nombre de jazmín ya es garantía de éxito. Es muy fácil de cuidar, pega en cualquier estancia, no es muy grande y en primavera y verano sus flores blancas son preciosas y emiten un aroma muy sutil. Aparte se adapta perfectamente a las temperaturas medias de un hogar.

Lavanda

Lavanda.

No podía faltar. Es uno de los aromas más inconfundibles y sus flores en tonos lilas y morados son perfectas para cualquier decoración interior. Necesita poca agua, es perenne y se adapta a cualquier casa a la perfección. Una maravilla.