RECONOCIMIENTO

La tía Rona, una Zaragozana Ejemplar

La capital aragonesa rinde homenaje a Pilar Clavería, fallecida el pasado 30 de diciembre, en el Día de la Cultura Gitana

El ayuntamiento anuncia que reconocerá a la histórica activista y dará su nombre a una calle o espacio municipal en los próximos meses

La emoción ha presidido el homenaje a la Rona, recientemente fallecida.

La emoción ha presidido el homenaje a la Rona, recientemente fallecida. / Miguel Ángel Gracia

Alberto Arilla

Alberto Arilla

Federico García Lorca escribió, y Camarón de la Isla corroboró, que "ayer y mañana comen, oscuras flores de duelo". Pero no ha sido el duelo el principal sentimiento que ha presidido el homenaje a Pilar Clavería, La Rona, sino la alegría del recuerdo a la histórica activista del pueblo gitano, fallecida el pasado 30 de diciembre. En un sentido acto celebrado en la mañana de este viernes en el salón de recepciones del consistorio, la corporación municipal ha querido reivindicar la figura de una mujer "pionera" que abrió camino a miles de gitanas cuando casi nadie lo hacía. Un legado que será eterno en la capital aragonesa, que dará su nombre a una calle o espacio municipal y la reconocerá como Zaragozana Ejemplar a título póstumo.

El homenaje ha contado con la presencia de varios miembros del pueblo gitano, así como con la participación de algunos de los personajes más destacados de la comunidad en las últimas décadas. "Es guapísima, pero qué cara más gitana, señores", decía Juan de Dios Ramírez Heredia, diputado de UCD en las primeras elecciones democráticas, al subir al atril. El político, ahora presidente de la Unión del Pueblo Romaní, quiso recordar cómo, cuando obtuvo su escaño en el Congreso de los Diputados, el 80% de la población gitana era analfabeta, algo contra lo que La Rona siempre luchó. "Pilar siempre decía que la educación es el mejor arma contra el racismo", ha reivindicado Ramírez Heredia.

Un Congreso que también conoció, por primera vez y junto a la tía Rona, Sara Giménez, abogada oscense que luego sería diputada durante dos legislaturas por Ciudadanos y que, si no fuera por la mediación de Pilar Clavería, jamás hubiese cumplido su sueño de ir a la universidad. "Cuando dije en casa que quería estudiar Derecho mis padres no lo entendían, y ahí estuvo Pilar para convencerles", ha rememorado emocionada. "Hacen falta abogados y políticos gitanos", le comentaba siempre La Rona, quien le apoyó en todo momento en su vida hasta convertirse en, según las palabras de la actual directora general de la Fundación Secretariado Gitano, "una de mis estrellas".

Tampoco ha faltado a la cita una emocionadísima Carmen Santiago, presidenta de la Asociación de Mujeres Gitanas Kamira y vicepresidenta segunda del Consejo Estatal del Pueblo Gitano, quien ha querido, con las dificultades que le generaban las lágrimas, remarcar las "ilusiones, sueños, fatigas, lágrimas y risas" que compartieron juntas. Unas sensaciones que, asegura, sintieron todos los que conocieron a la tía Rona, como Diego Luis Fernández, director del Instituto de Cultura Gitana del ministerio. "Cuando alguien se nos va a la tierra de nuestros antepasados, quizá no deja grandes propiedades o joyas, pero sí una gran herencia: el regalo de los momentos que hemos vivido intensamente con ella", ha subrayado Fernández, para después incidir en que los aragoneses deberían sentirse "orgullosos" de una mujer a la que "no paraba nadie". Por su parte, la alcaldesa Natalia Chueca ha querido mostrar todos sus "respetos" a la familia, a la par que ha lamentado "no haber podido conocer más a Pilar".

Con todo, uno de los momentos más emotivos de la mañana ha llegado tras la proyección de un vídeo de recuerdo a La Rona, cuando una de sus hijas, Carmen, ha tomado la palabra. "A mi madre le llamaban la mañica valiente", ha señalado. Un sobrenombre, de entre tantos otros, que dejaba a las claras su filosofía de vida: "Nos enseñó a luchar, a seguir progresando, a creer y a amar, especialmente, la obra del pueblo gitano". Una intervención que ha finalizado con el más de centenar de personas que copaba el salón en pie, aplaudiendo con lágrimas en los ojos. Tras ello, el cante del 'Gelem, gelem', himno del pueblo gitano, ha puesto el punto y aparte a un homenaje que se prevé perpetuo. "Seguiremos tu causa. Salud y libertad".