Movilidad

De la aprobación a la resignación: la nueva Zona de Bajas Emisiones despierta opiniones encontradas

Los taxistas la aprueban, los autónomos lamentan que haya más normativa, Vox se abstendrá, el PSOE la quiere estudiar y ZeC critica su falta de ambición

Señal que indica el inicio de la Zona de Bajas Emisiones en Zaragoza.

Señal que indica el inicio de la Zona de Bajas Emisiones en Zaragoza. / JOSEMA MOLINA

La nueva Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Zaragoza, cuyo proyecto se aprobará este viernes en el Gobierno de la ciudad, ha despertado visiones muy dispares entre el tejido económico y político de la capital aragonesa. Todavía no se conoce al detalle el contenido de esta ordenanza que contempla ampliar su ámbito de aplicación hasta la plaza Paraíso en 2030 y que comenzará a multar a partir del primer trimestre de 2026, pero la información avanzada este jueves ya ha encontrado reacciones que van desde la aprobación a la resignación, pasando por la prudencia.

Entre los que han mostrado una opinión favorable está el presidente de la Asociación Provincial de Auto-Taxi de Zaragoza, Miguel Ángel Perdiguero. "En principio, no nos parece mal», ha afirmado, en declaraciones a este diario. Sobre ella, ha precisado que, aunque todavía no conocen todos los detalles, sí que ha observado que incluye los taxis adaptados como una de sus excepciones, una decisión con la que ha mostrado su conformidad. "Creo que está bien", zanjó Perdiguero.

Su punto de vista es distinto al del secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) en Aragón, Álvaro Bajén, que ha mostrado su desaprobación con lo que considera un exceso normativo. El representante de este colectivo ha recordado que los trabajadores por cuenta propia son mayoría dentro de los profesionales del reparto con vehículos de transporte ligero y que, con la ZBE, tendrán "más normas" que les impedirán "trabajar en libertad". "Nos estamos llenando de burocracia, es excesiva", ha añadido Bajén.

En el plano político, la portavoz del PSOE en el consistorio, Lola Ranera, no se ha pronunciado sobre el contenido de la nueva ZBE, aunque ha avanzado que estudiarán el expediente cuando se les traslade. Sin embargo, sí ha criticado al Gobierno de la alcaldesa, Natalia Chueca, al denunciar que lo que hace es "diferir" todo y "no resolver los problemas de los vecinos, de los carriles bici, los veladores o el ruido y se dedica a otras cosas".

Desde Vox, su concejal David Flores ha adelantado que lo más probable es que su grupo se abstenga cuando la ordenanza se vote, previsiblemente, en el pleno de julio. Lo harán porque, aunque su formación está "en contra de la zona de bajas emisiones como principio", tampoco pueden votar en contra, ya que la alternativa pasa por que salga adelante con los votos de la izquierda o que, si se rechaza, potencialmente se judicialice.

Además, ha precisado que en Vox no se sienten "del todo incómodos", pues su grupo ha logrado suavizar algunas restricciones y "el impacto real en la población va a ser prácticamente nulo". "Entre Guatemala y guatepeor, nos quedamos con Guatemala", ha zanjado.

Por parte de ZeC, han señalado que el proyecto "llega tarde" y temen que "con poca ambición" en lo concerniente a mejorar la calidad del aire. También afearon que la norma nazca "fuera de la ordenanza de Movilidad".

"Las cesiones en esta materia a la ultraderecha están dejando fuera cuestiones vinculadas a la Agenda 2030 sin las que Zaragoza no es capaz de avanzar en términos medioambientales", han concluido.