El l Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) tardará más de dos años en resolver el recurso que bloquea, en la vía administrativa, la vuelta a Aragón de las 113 piezas de arte sacro que el obispado de Lérida retiene en contra de las repetidas órdenes del Vaticano para entregárselas al de Barbastro-Monzón.

En abril del año pasado, la Consejería de Cultura de la Generalitat emitió una resolución con las condiciones para que el arte sacro, catalogado como patrimonio catalán, pudiera ser devuelto a su territorio de origen. Eran de muy difícil cumplimiento. Dos meses más tarde, la Diputación de Lérida, entonces gobernada por CiU, interpuso un recurso contencioso administrativo contra la orden. Consideraban que la resolución permitía la "dispersión" de las piezas. Fuentes del TSJC explicaron que el procedimiento judicial está cerrado y la resolución está pendiente de que la Sección Quinta del tribunal señale la fecha en la que los magistrados se reunirán para deliberar el fallo.

Sin embargo, las mismas fuentes señalaron que esa sala está en la actualidad poniendo la fecha a la resolución de los procesos iniciados en el 2004, con lo que, en el mejor de los casos y siempre que no recibiera un tratamiento especial, no estaría encima de la mesa de los jueces antes de que pasen dos años.

La nueva Diputación leridana, que presidirá ERC por primera vez en la democracia y a cuyo equipo de gobierno regresarán los socialistas después de cuatro legislaturas, tiene capacidad para retirar el recurso, lo que permitiría, en la práctica, la devolución de las piezas.

El pleito del arte sacro está agotado en la vía eclesiástica tras haber desestimado la Signatura Apostólica el último recurso de la diócesis leridana contra la orden de devolución de las piezas. Por otro lado, la decisión del Vaticano de situar a un administrador apostólico al frente del obispado catalán tras la renuncia de Xavier Ciuraneta deja a Lérida sin capacidad de litigar contra Roma, ya que el obispo de Tortosa, Xavier Salinas, actúa como mero ejecutor de las decisiones de la Santa Sede.

La última orden de Roma también puede afectar a la vigencia de la orden catalana. Una de las premisas en las que se basaba para enumerar sus condiciones era que "no hay todavía, a nivel eclesiástico, un pronunciamiento definitivo" sobre "la existencia del posible título de propiedad de las piezas".

LEGÍTIMO PROPIETARIO Por otro lado, la DGA emitió ayer un comunicado en el que recuerda que las administraciones deben "actuar siempre teniendo en cuenta el respeto al principio de legalidad, que en el ámbito de la propiedad de los bienes eclesiásticos viene marcado por el derecho canónico". "Las numerosas sentencias que durante más de una década han señalado al obispado de Barbastro-Monzón como legítimo propietario" del arte sacro "deben ser aceptadas y acatadas por todas las instituciones y administraciones públicas, sin excepción", añadió.

La DGA, que reiteró su "apoyo al obispado de Barbastro-Monzón en la reclamación de unos bienes artísticos que legalmente le pertenecen", anotó que "la utilización de los bienes culturales como objeto de exposición pública para el disfrute de todos los ciudadanos no debería nunca violentar la voluntad de su legítimo propietario que, en el caso de las piezas de arte procedentes de las parroquias del Aragón oriental, es la Iglesia católica y, en concreto, el Obispado de Barbastro-Monzón".