El plenario del Consejo Nacional del Agua aprobó ayer el plan de cuencas internas de Cataluña con la oposición rotunda de los tres representantes de Aragón, que consideraron que marcaba directrices que afectaban a la cuenca del Ebro. Dado que la decisión del plenario derivará en un decreto que aprobará un consejo de Ministros, el director del Instituto Aragonés del Agua, Rafael Izquierdo, ya anunció que el Ejecutivo autonómico volverá a recurrir este documento de la comunidad vecina.

Fueron 57 votos a favor frente a 21 que se oponían al plan que regula las cuentas que nacen y desembocan exclusivamente en territorio catalán. Sin embargo, hay tres puntos que podrían afectar a algunas partes de la cuenca del Ebro y, por tanto, extralimitarse en las competencias autonómicas catalanas. Junto a Aragón, Valencia, Castilla y León y los grupos ecologistas también se opusieron a la aprobación de este documento. De hecho, tal y como incidió Izquierdo, presente en la reunión, indicó que en algunos puntos, se incluían masas de agua pertenecientes a la cuenca, y además, este plan de gestión se arroga la posibilidad "unilateral" de modificar un trasvase existente en la actualidad entre el río Ciurana (de la cuenca del Ebro) y el Riudecanyes.

Estos puntos incluidos en el documento, aparecían redactados como meras "sugerencias" que podía hacer la Generalitat de Cataluña. El representante del Gobierno de Aragón, Rafael Izquierdo, solicitó que se suprimiera ese punto, algo que no se hizo. Otro de los representantes aragoneses, el socialista Miguel Gracia, destacó que "la inclusión de esas sugerencias puede ser un condicionante para futuras decisiones". Por tanto, se ha solicitado también por escrito que se supriman las sugerencias.

La ministra de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, apeló a la responsabilidad colectiva, la participación y el diálogo como "herramientas fundamentales para lograr la mejor gestión en materia de agua". "Los territorios no deben enfrentarse por un recurso como el agua, que es escaso y que tenemos que administrar bien, desde la responsabilidad", indicó.

Por otro lado, los expertos de la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) exigieron ayer al Ministerio de Medio Ambiente que no modifique la planificación hidrológica a su antojo y que cumpla con el mandato de la Directiva Marco de Agua (DMA) aprobada en el año 2000 por la Comisión Europea.

Los especialistas en Derecho de Aguas de la fundación consideran que la propuesta de cambio planteada ayer por el Ministerio de Medio Ambiente en el seno del Consejo Nacional del Agua es "contraproducente" para el logro de los objetivos de la DMA y no es conforme a derecho como vía para completar esta normativa. Según consideran, se pretende legitimar el deterioro hidrológico de los ríos, una de las principales causas del mal estado y la pérdida de biodiversidad en los ecosistemas acuáticos españoles.