Semana Santa

El Bajo Aragón se estremece al unísono en su atronadora rompida de la hora

El estruendo de los bombos y los tambores vuelve a estremecer a los pueblos de la comarca turolense en su medianoche más emblemática

Arturo Pola

Arturo Pola

La medianoche más especial del año para el Bajo Aragón volvió una vez más a hacerse escuchar de lo lindo en una jornada en la que la emoción y los sentimientos a flor de piel se percibieron en cada golpe de tambor de los miles de turolenses que demostraron una vez más que la rompida de la hora es uno de los grandes patrimonios de la comunidad aragonesa.

La explosión se vivió cuando el reloj marcó las doce en los siete pueblos de la Ruta del Tambor y el Bombo que se rasgaron al unísono, pero el espectáculo de la Semana Santa turolense comenzó mucho antes en lo que fue una dulce cuenta atrás hasta que llegó el momento culmen de la noche y el más esperado por todos. 

Muchas miradas estaban puestas en Híjar, municipio que eligió Jorge Azcón, el presidente de Aragón, para vivir in situ la rompida de la hora. Allí, la Celebración de la Cena del Señor con lavatorio, el traslado del Santísimo al Monumento y la Procesión de Silencio sirvieron como el mejor de los anticipos para lo que estaba por venir. «La Semana Santa es una institución para el Bajo Aragón y, por extensión, un orgullo para toda la comunidad», expresó el presidente cuando faltaban pocos minutos para las doce. «Es una fuente de inspiración a la hora de entender, respetar y conservar nuestras costumbres y tradiciones, además de ser un escaparate de nuestra forma de vivir», subrayó.

Más allá

Los nervios fueron entonces en aumento mientras las miradas se concentraban en el reloj de la plaza del Ayuntamiento de Híjar hasta que, precedido de un sobrecogedor silencio, el tronar de bombos y tambores inundó un municipio que quiso presumir con devoción y orgullo de un sentimiento que, en muchas ocasiones, trasciende y va mucho más allá de lo religioso.

Con la misma melodía, y con idéntica sensibilidad, se vivió la rompida de la hora en Andorra, con la aragonesa Pilar Alegría, portavoz del Gobierno de España, como invitada estrella: «Es un verdadero honor volver a casa y poder vivir un momento tan conmovedor, para mí es un regalo. Nos tenemos que sentir muy orgullosos de esto», recalcó la ministra. Allí, como es tradición el gran bombo, que llegó a estar en el Guinness de los Récords, permitió en las horas previas a todo aquel vecino o turista sentirse partícipe del tradicional acto. «Para entender esto hay que vivirlo. De nada sirve contarlo», reflexionaba el presidente de la Ruta del Tambor y el Bombo mientras se caldeaba el ambiente en Andorra. 

La plaza del Regallo y sus alrededores se fueron tiñendo de rojo y negro hasta que el violento sonar de los instrumentos asaltó Andorra. «Siempre parece igual, pero cada año es diferente. La mejor prueba es que el que viene, siempre repite», explicó Aitor Pes, presidente de la cofradía del Cristo de los Tambores y Bombos. Allí, la rompida de la hora solo fue un punto y seguido porque, como es habitual, la gran mayoría de los presentes se prepararon para desplazarse hasta la ermita de San Macario, donde, a las dos de la mañana, se recoge al Cristo de Tambores y Bombos y tiene lugar la Procesión de las Antorchas.

La ministra Pilar Alegría ha sido una más en la Rompida de la Hora en Andorra

La ministra Pilar Alegría ha sido una más en la Rompida de la Hora en Andorra / SERVICIO ESPECIAL

También en Albalate del Arzobispo, Alcorisa, la Puebla de Híjar, en Samper de Calanda y en Urrea de Gaén se vivió con intensidad la emblemática tradición, mientras que en Alcañiz el silencio fue un año más el protagonista en una plaza de España abarrotada y embriagada por el olor del tomillo y el romero. Tras la noche «más mágica» del año para el Bajo Aragón, este viernes será Calanda, a las doce del mediodía, la que tomará el testigo de sus pueblos vecinos y rugirá con fuerza en la rompida de la hora más famosa y multitudinaria de la provincia turolense.