Que Negredo tiene una historia paralela con el Zaragoza es incuestionable. Lo dicen las estadísticas, los seis goles que la ha marcado al equipo zaragocista, de los 82 que lleva en la élite, por lo que es una de sus víctimas favoritas, el tanto que anotó en propia puerta a favor del conjunto aragonés, la expulsión que vivió en La Romareda y su frustrado fichaje en el verano del 2009, cuando Antonio Prieto le prometió a Marcelino que la pareja de Uche arriba sería el delantero vallecano, pero éste se marchó del Madrid rumbo al Sánchez Pizjuán en el último instante dejando al entonces director deportivo con la palabra en la boca.

Tras marcar dos goles en la pasada jornada al Real Mallorca, Negredo llega en racha mañana al estadio zaragocista y dispuesto a continuar su particular historia. Pudo ser de amor, pero ahora es casi siempre de dolor, del que ya ha infligido al zaragocismo con sus goles en los últimos partidos. De hecho, lleva cuatro encuentros seguidos con el Sevilla en las dos últimas temporadas sin faltar a su cita en la portería blanquilla.

ESTADIO TALISMÁN Negredo ha anotado gol en sus últimas tres visitas a La Romareda, todas con el Sevilla y una de ellas en propia puerta. Aun así, su estreno anotador en el Municipal lo firmó con la camiseta del Almería. En marzo del 2008 y con el conjunto almeriense lo hizo al borde del final del partido para nivelar (1-1) el gol de Oliveira y acercar al Zaragoza al precipicio de Segunda al que caería.

En su primera temporada como sevillista (09-10), vivió su peor recuerdo en el Municipal. En la victoria aragonesa por 2-1 y en su primera visita al estadio zaragocista tras su frustrado fichaje en el verano anterior marcó en propia puerta el gol que suponía el 2-1 tras un saque de falta de Eliseu y fue expulsado por Muñiz Fernández en el 81 después de perder los nervios con Contini. En aquel partido y tras ser silbado por la grada, se marchó con la sorna de los aficionados zaragocistas. Desde entonces, parece decidido a tomarse cumplida revancha... Y lo hace en cada encuentro y con goles.

En la 2010-11 selló el finiquito para Gay cuando aprovechó un monumental error de Jarosik al querer jugar de tacón para batir a Doblas en el descuento y poner el 1-2 que supondría la llegada de Aguirre al banquillo. En el partido de vuelta en el Pizjuán anotó la sentencia sevillista por 3-1 en el descuento y de penalti.

El curso pasado no faltó a su cita. Y por partida triple. En La Romareda provocó el ingenuo penalti de Mateos y se encargó él mismo de transformarlo (0-1). En el Pizjuán y ya con Jiménez en el banquillo firmó dos dianas de la goleada por 3-0. Fazio había abierto el camino y Negredo anotó en los minutos 29 y 44 para que el choque quedara cerrado antes del descanso.

Negredo, ya casi un fijo para Del Bosque y campeón de Europa con la selección en julio, ha empezado la temporada como un auténtico ciclón. Seis goles en ocho partidos lo acreditan para ser el primer goleador nacional junto a Aduriz (Athletic). "Es muy importante para nosotros, no solo por los goles. Ha hecho un trabajo adicional para mejorar su condición física y se nota. Lleva seis goles en ocho partidos y está en el camino del tramo final de la temporada pasada", decía ayer Míchel sobre su goleador, también elogiado por el meta Roberto, que lo volverá a tener enfrente mañana: "Le conozco bien porque es amigo. A veces sí tienes que prestar especial atención a cierto tipo de jugadores porque son un poco más determinantes que el resto". Negredo, contra el Zaragoza, lo es.