Cuatro puntos de doce posibles lleva el Zaragoza en La Romareda, donde cayó el Tenerife, empató el Mirandés y se llevaron el botín el Recre y el Lugo. Solo el Castilla lo ha hecho peor en su feudo. Al conjunto aragonés, que viene de vencer y convencer en Son Moix y que lleva dos salidas seguidas ganando, le está fallando su apartado casero, donde la asignatura está sin aprobar. Y si no lo logra en este curso el ascenso es del todo imposible. Hoy, en el final de las Fiestas del Pilar, puede empezar a construir ese aprobado ante la Ponferradina, un enemigo de poco nombre pero de buenas maneras como equipo, que rozó la promoción el curso pasado y que ahora está asentado en ella, con 14 puntos en 8 jornadas, lo que habla muy bien del bloque que dirige por cuarta temporada consecutiva Claudio Barragán, una señal de continuidad de un proyecto que en el Zaragoza de Agapito suena a ciencia ficción.

El Zaragoza necesita una victoria que le dé consistencia a una reacción que ya se frenó en el último partido en casa, ante el Recre, tras ganar a Tenerife y Castilla antes. La imagen de Mallorca, la capacidad y la pegada invitan a ver la cita de hoy como la de la consolidación, para ofrecer continuidad, anímica, de juego y resultados, a lo de Palma y acercarse más al ascenso, para pisar zona de promoción si se dan los marcadores, después de que el mal comienzo la alejase tanto.

El equipo que dirige Paco Herrera ha vivido mejor al contragolpe, por ahí ha encontrado la portería con facilidad y ha sido más letal. La apuesta se aleja del ideario de toque propuesto por el técnico, pero éste ya ha dejado claro que es flexible, que le importa más avanzar que morir con sus ideas. Otros cometen el error de irse a la tumba. El problema es que para jugar a la contra es vital que el rival tome la iniciativa. En La Romareda nadie lo ha hecho y la Ponferradina no lo hará, luego el Zaragoza tendrá que mejorar, al menos hasta que abra la lata, su pobre fútbol de creación. Por ahí, el partido supone otra asignatura pendiente.

Herrera no cuenta hoy con uno de sus fijos, Álvaro, por sanción. Como lo ha jugado todo en el eje, la pareja es inédita, con Laguardia, ya recuperado de sus molestias, junto a Paredes. Será el único cambio. El resto debe ser el equipo que superó al Mallorca, con Acevedo, también repuesto en su gemelo, en la sala de máquinas junto a Paglialunga. Arriba, el partido en Son Moix dejó claro que Barkero quiere sumarse con fútbol y goles a ese tridente formado por Montañés, Víctor y Henríquez. El chileno, con sus dianas, es otra de las claves de la reacción. Lleva ya cuatro y ha dejado claro que tiene el fusil siempre cargado.

La Ponferradina tiene 3 puntos más que el Zaragoza, pero llega a La Romareda sin Yuri, su gran referencia arriba, pero con Fofo, el pistolero de Segunda, el jugador que menos minutos necesita para ver puerta. Claudio ha hecho un buen bloque, que fuera hace más daño del que indican sus números a domicilio (4 puntos). No será un enemigo fácil. Ninguno lo es para este Zaragoza que necesita ganar y gritar a los cuatro vientos que La Romareda ya no es una vía libre. Eso y que en este equipo hay mimbres de ascenso.