Era la estación más importante de la línea y, a diferencia del resto, ha tardado cuatro años más en estar operativa. "Fundamental" o "imprescindible" son dos de los calificativos que siempre han ido asociados a ella en boca de quienes tenían capacidad para impulsarla (como el exsecretario de estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, o el expresidente de Adif, Antonio González), pero ha sido la última en hacerse y tuvo que llegar el tranvía para que Madrid se diera cuenta que levantar dos veces la avenida era un derroche innecesario. Y, con lo que costó hacerla, lleva dos meses terminada y sin abrir esperando hacerle un hueco en la agenda de la ministra.

Así podría resumirse la larga cronología de la terminal de Goya, que atesora años de planificación, 20 meses de obras y dos de regalo, los que lleva terminada y con las puertas cerradas a cal y canto. En realidad, los zaragozanos sí que la han podido conocer: pocos días antes de las elecciones generales del pasado 20 de noviembre. El día en el que el Gobierno cambió de color y quienes criticaron el retraso entonces desde el PP han sido capaces de asumir que los usuarios debían esperar 50 días sin motivo aparente a que se pusiera en funcionamiento.

La historia de este proyecto sigue plagada de contradicciones. Hasta ayer mismo, cuando los operarios de Los Tranvías de Zaragoza daban los últimos remates a la urbanización del entorno, junto a las vías de Gran Vía, para abrir las aceras, la calzada y todo lo que completa a la plataforma tranviaria en menos de cien metros que seguían cerrados al tráfico, también sin motivo aparente. Así, hoy todas las administraciones están de estreno.

Pero, además, tantos años ha costado apostar por un Cercanías con unas frecuencias competitivas con otros modos de transporte, para que se haya aguardado hasta hoy para que, utilizando unos servicios que ya existían como los regionales, se pueda garantizar el paso cada cinco minutos en hora punta. Y no cada hora o cada media hora como ahora en el mejor de los casos. Y a coste cero. ¿Por qué no se pensó antes para la parada en el Portillo? Al final, el usuario verá que Goya está abierta por fin y le dará la importancia que se merece, la que otros le negaron antes.