Medio centenar de personas protestó ayer por lo que consideran un recorte de gasto en "movilidad urbana sostenible" por parte del Ayuntamiento de Zaragoza. Los manifestantes acudieron al acto con sus bicicletas, convocados por el colectivo Pedalea. El acto reivindicativo quiso escenificar el "retraso" en inversión en bicicleta mediante la estética de los años 80.

Por ello se presentaron vestidos de algún personaje simbólico de la década o con ropa ochentera, "simbolizando así que volvemos a los años ochenta en materia de inversión en esta ciudad de movilidad sostenible", tal y como explicó un portavoz de la agrupación, Daniel Gómez. Desde el colectivo Pedalea se asegura que el consistorio, este año, ha paralizado el gasto en carriles bici o fomento de este transporte.

CONEXIONES Gómez afirmó que algunos proyectos importantes no se han podido realizar por falta de inversión. "No se han unido los bulevares de Sagasta en el cruce con la avenida Goya para así permitir una continuidad peatonal y ciclista con Torrero", señaló. Por este mismo motivo, los vecinos del barrio organizaron otra marcha en bicicleta el pasado 27 de noviembre.

Además, el portavoz de la agrupación ciclista quiso recordar que el carril bici de Miguel Servet no se ha finalizado todavía. "Aún falta completar el último tramo hasta la Facultad de Veterinaria. Es un buen carril bici porque uniría a los estudiantes con el centro de la ciudad", indicó.

La manifestación comenzó en la glorieta de Diego Velázquez y finalizó en la facultad de Veterinaria. De este modo, atravesaron algunas de las vías de la ciudad donde no hay carril bici, como Sagasta, Tenor Fleta, Puente Virrey o San José.

El propio portavoz llevaba sobre su bicicleta un altavoz donde se reproducían canciones de los años ochenta. Otros miembros del colectivo asistieron con maillots ciclistas de algodón, típicos de la década, o gorras de equipos ya desaparecidos.

Gómez relacionó la crisis económica con la reducción de inversión por parte del ayuntamiento. No obstante, valoró positivamente el gasto en fomento de la bicicleta hasta este año. "Se estaba avanzando bien. Y esperamos e imaginamos que después de la crisis se retome el gasto en movilidad urbana en bicicleta", subrayó.

Desde el colectivo Pedalea, se asegura que los beneficios del fomento de la bicicleta alcanzan a todos los vecinos de la ciudad, no solo a los que utilizan este vehículo de transporte.

"Tiene mejoras para el resto de la ciudadanía que una calle pase de tener tres carriles a uno. Es algo más seguro para el entorno, para la gente que vive en ese barrio. Se reducen los ruidos de coches y disminuye la contaminación y es más seguro que los niños salgan a la calle", subrayó Gómez.