El Gobierno de Nepal confirmó ayer la identificación de los dos cadáveres de españoles encontrados anteayer en el valle de Langtang como el aragonés Mixel Pizarro y su pareja, la cántabra Isabel Ortiz, también residente en Zaragoza. Junto a los cuerpos hallaron sus pasaportes. Aún así, los cadáveres están irreconocibles debido al tiempo transcurrido y habrá que esperar al análisis de ADN para una certeza total, según explicaron fuentes del Ministerio de Exteriores. La hermana de Mixel Pizarro, Estíbaliz, criticó ayer precisamente que no se agilicen los trámites para esta identificación y la consecuente repatriación.
El Centro de Operaciones de Emergencia de Nepal informó en su cuenta de Twitter de la identidad de los dos supuestos ciudadanos españoles, con sus nombres y sus números de pasaporte.
"Los cuerpos no pueden ser identificados debido al estado en el que se encuentran (...) Los identificamos en base a sus pasaportes y otros documentos de viaje que tenían en sus bolsillos y mochilas", explicó a Efe Prabin Pokharel, vicesuperintendente de la Policía nepalí y que se encuentra en el distrito de Rasuwa, donde está localizado el valle de Langtang.
Según explicó Estíbaliz Pizarro, los cuerpos que casi con seguridad son de su hermano y su pareja no estaban en Lantang sino en un camino antes de llegar al valle, donde los situaban los equipos de rescate. Eran los únicos no nepalís entre los 53 encontrados en la zona, y tenían una mochila cercana a los cuerpos. Aunque, recordó, aún hay 100 extranjeros desaparecidos en la zona.
La familia se mantiene en contacto directo con los equipos de búsqueda de la zona, integrados por la policía turística del país y un grupo de nepalís que buscan a sus habitantes. Pizarro criticó ayer que Exteriores no haya enviado todavía un equipo de forenses para identificar a los cuerpos .
Tras conocer las noticias, Estíbaliz precisó que su madre está contenta por poder recuperar al menos el cuerpo de Mixel, que es lo que querían los padres una vez que se había perdido la esperanza de encontrar a la pareja con vida.
