Nadie quiere acelerar en el inicio del campeonato. Los dos motores más potentes, Barça y Madrid, han perdido gas en el arranque. El conjunto blanco tuvo en su mano salir líder del Calderón y distanciar en dos puntos al azulgrana. Al menos no ha estrenado su casillero de derrotas como el equipo de Luis Enrique, que se ha dejado seis puntos por el camino, los mismos que el Madrid. A esos males, los jugadores blancos unen su malestar con Rafael Benítez por su volantazo en la segunda mitad del derbi. El Villarreal pudo digerir mejor su derrota por los errores de sus perseguidores y mantener el liderato.

Con 21 puntos disputados y 93 por delante, algunos de los grandes aspirantes al título han cruzado ya ríos revueltos. Es el caso del Barcelona, que se ha medido a Athletic, Atlético, Celta y Sevilla fuera de casa, con tres puntos de nueve posibles. Mientras, el Atlético también se las ha visto con Barcelona, Sevilla, Villarreal y Madrid, con cuatro puntos de 12 posibles.

Más oscuro parece el panorama del Madrid, que aún debe visitar al Celta, lo que hará en la novena jornada. En la undécima rendirán visita al Sevilla y en la siguiente recibirán al Barcelona. De la cita del Calderón salió señalado Benítez, que puso mucho de su parte en el empate del Atlético. Sus jugadores están de uñas con el técnico y tampoco en la planta noble del Bernabéu ha gustado el pinchazo en un choque que estaba controlado. Benítez no tuvo la personalidad suficiente para cambiar a un Cristiano ausente o decantarse por Nacho en lugar del lesionado Carvajal, que estará unas tres semanas de baja.

SALVADOR KEYLOR

Benítez volvió a mandar al banquillo a Benzema, el máximo goleador de la Liga con seis goles, uno más que Cristiano. Al francés no le bastó con la carantoña de su técnico para borrar de su cara el profundo cabreo por su enésima sustitución "¿Mi cambio? Pregunten al entrenador. Me sustituyó por el resultado, para más defensa", afirmó un enfadado Benzema. Mientras, Keylor Navas apuntaba al cielo para dar las gracias por el penalti que detuvo. "Dios está ahí conmigo. Me respalda y me ayuda a parar los penaltis", dijo el meta, que solo ha encajado dos goles en siete partidos --uno menos que Cañizares--, lo que supone el segundo mejor arranque de un portero del Madrid.

Ya en el autobús, varios futbolistas echaban la cortina mientras esperaban. Las prisas por marcharse pusieron a Chendo, delegado del equipo, de los nervios. "Siempre igual con las putas prisas", gritó el exjugador.