"El periodismo, o está comprometido con la sociedad, o no es periodismo". Así se expresaba el periodista Iñaki Gabilondo, --a través de videoconferencia-- en la jornada inaugural de "Reportajes sin fronteras", curso de verano, que organizado por la Universidad de Santiago de Compostela, se desarrolló en aquella ciudad entre los días 23 y 26 de junio. Unas jornadas en las que se abordaron los puntos de contacto entre comunicación, diversidad cultural, integración y reinserción social, incidiendo de manera especial en el trabajo periodístico como agente favorecedor del desarrollo y la cooperación internacional.

A lo largo de este seminario se puso de relieve que la cooperación internacional española se ha reducido en un 70% respecto a la que había hace tres años, al tiempo que, según informaciones del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados --ACNUR--, durante los últimos seis meses habrían llegado ya más de 130.000 refugiados a Europa. En su mayoría se trata de hombres, mujeres y niños que huyen de Siria, Afganistán y Pakistán, pero también están llegando miles de refugiados desde África, buena parte de los cuales proceden de Eritrea, Mali y Nigeria.

Y mientras tanto, en suelo europeo sigue aumentando la pobreza y cada vez es más amplio el "tercer sector" de la población. Para el caso concreto de España, algunas ONG han apuntado que, en estos momentos, alrededor de un tercio de la población infantil, podría encontrarse en riesgo de exclusión social.

En medio de este panorama de profunda crisis, la labor que pueden desempeñar los medios de comunicación es determinante, ya que si la sociedad no tiene constancia de lo que está ocurriendo, es imposible que pueda involucrarse en la solución del problema. La información es por lo tanto un factor clave para la cooperación, y el periodismo una herramienta imprescindible para el avance social, la defensa de la dignidad de las personas, la inclusión y la eliminación de cualquier tipo de discriminación que limite las libertades y derechos individuales.

Pero tanto la opacidad administrativa, en asuntos que considera sensibles, como la abundante opinión --España es el país de los tertulianos-- no fundamentada en datos y fuentes bien contrastadas, son factores que dificultan la información de calidad y provocan la pérdida de credibilidad y confianza de la sociedad en los medios. Y al igual que un alimento en mal estado provoca la enfermedad, del mismo modo la información tóxica, no contribuye si no que atenta, contra la cohesión social. Por esta razón, la periodista Rosa María Calaf, que participó en el curso de Santiago de Compostela, afirmó que el periodismo debe hacer audible el silencio y visible la oscuridad: "El silencio es de plomo, y la palabra es de oro", es una de las frases más reveladoras sobre el oficio del periodista, atribuible a esta veterana excorresponsal de televisión.

Otro tema importante que se debatió en el curso de Compostela, fue el del límite que debería establecerse entre el periodismo y el activismo, de manera que en muchas ocasiones se expresa como "información humanitaria" la referente a los continentes con países en guerra, éxodos de refugiados, y afectados por catástrofes, emergencias sanitarias o alimentarias. "África no es un país", como recuerda la periodista Lola Huete en su blog Planeta Futuro, sino un continente integrado por 55 naciones --incluida la República del Sahara Occidental-- cuya extensión total podría albergar más de dos veces y media la de Europa, y que cuenta con más de mil millones de habitantes y la población más joven del mundo. Pero son muchas las ocasiones en las que se vislumbra en el periodista, el "síndrome de la Piedad cansada" --al que hizo referencia Rosa María Calaf--, por el que, en un deseo último del informador por estimular la sensibilidad de la audiencia, este se aleja de la realidad objetiva y entra en el terreno de la compasión. El libro Blanco bueno busca negro pobre, (Roca editorial, 2011), del historiador Gustau Nerín, aporta elementos para la reflexión, al respecto.

Finalmente, durante las jornadas también intervino el periodista Nico Castellano, especialista en migraciones y cooperación, quien señaló las dificultades que los profesionales de los medios de comunicación encuentran por parte de las autoridades, para conseguir información sobre los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) existentes en España. Precisamente, hace apenas unos días que se hacía público un informe, relativo al estudio de estos centros, en Fuerteventura, Las Palmas, Algeciras, Valencia, Murcia, Madrid y Barcelona. Bajo el título de "La situación actual de los Centros de Internamiento de Extranjeros en España y su adecuación al marco legal vigente", el informe --elaborado por cuatro universidades españolas-- refleja las carencias de los CIE españoles, así como la vulneración de los derechos humanos en la que viven sus internos. Un estudio que apela a la reflexión de la sociedad y a los poderes públicos, obligados por nuestro Estado de Derecho a actuar con arreglo a los principios de transparencia y participación. Pues la democracia es indisociable del respeto a la dignidad de las personas, y por tanto, de una sociedad bien informada.

*Historiador y periodista