La Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES) se creó en el 2012 para hacer con la biodiversidad lo que el IPCC, Nobel de la Paz en el 2007, con el cambio climático. Sin embargo, su estreno con el estudio de los polinizadores ha estado acompañado por la polémica. Dos de los 77 autores pertenecen a la empresa de transgénicos Syngenta y a la de agroquímicos Bayer. "Los asuntos que implican a la industria no se pueden solucionar sin implicar a sus expertos cualificados", observa Anne Larigauderie, secretaria ejecutiva del organismo.

Otro problema es que el IPBES "ha renunciado a hacer algunos informes porque los países no contribuyen con suficientes fondos". En Kuala Lumpur no participó el Ministerio de Medio Ambiente español, por ejemplo.