Lechago avanza a buen ritmo ante el temor por la marcha de la restitución

La construcción del embalse de Lechago, en Teruel, ha cogido un buen ritmo de ejecución después del primer año de trabajo. Aunque apenas se ha gastado el 10% del presupuesto, en la zona se perfila el diseño de la futura presa, aún no iniciada. Los vecinos del municipio han demandado que se agilice el plan de restitución, todavía en redacción de proyectos. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) no ha cerrado un compromiso concreto, pero ha asegurado que las compensaciones no llegarán después del embalse.

La primera piedra de Lechago se colocó en mayo del 2003, en plena precampaña de las elecciones autonómicas. El acto lo presidió la entonces ministra de Medio Ambiente, la popular Elvira Rodríguez, y fue tenso porque enfrentó a defensores y detractores de la obra.

Como es habitual en la obra hidráulica, la inauguración oficial no fue el arranque real de los trabajos, que tardó unos pocos meses mientras se expropiaron terrenos problemáticos. Las máquinas se pusieron a pleno rendimiento hace ahora un año. Se ha desviado la carretera, se ha construido un canal de derivación y se ha perforado la zanja que será un falso túnel de conducción.

LA INVERSION En definitiva, se ha ejecutado alrededor de un 10% del presupuesto, que ronda los 23,7 millones de euros, según técnicos de la confederación. En este momento, las obras "avanzan a buen ritmo" y sólo ha surgido algún contratiempo menor --y previsible-- en el desvío de la carretera (la presa irá sobre la vía actual), pues han sido necesarios taludes para estabilizar el terreno.

Hace unos días, vecinos de Lechago fueron a la zona para mostrar su temor por el futuro de las obras de restitución. Enviaron una carta a la CHE en la que piden que los proyectos redactados se envíen al Ministerio de Medio Ambiente y se incluyan en los Presupuestos Generales del Estado del 2005.

Su deseo es que se cumpla con este embalse la máxima que --según la propia Administración hidráulica-- debe regir estas actuaciones: que los trabajos de una presa y las compensaciones sean paralelos. No por repetida, esta premisa caracteriza las obras de regulación. Al contrario; la restitución nunca acaba de llegar a los municipios afectados.

El presidente de la CHE, José Luis Alonso, explicó a este diario que el plan de compensación de Lechago "es el más avanzado" que ha habido. Pero lamentó "que se exija la inversión antes de que estén los proyectos". Según garantizó, estas restituciones "van por buen camino". Aunque también destacó que el dinero de que dispone la CHE "no lo decide su presidente", sino el Gobierno central, por lo que no prometió que los proyectos de compensación estarán en el próximo presupuesto estatal.

Lo que sí dijo es que cuando el embalse esté avanzado "habrá obras de restitución en marcha". Y añadió: "Comprendo la preocupación. Hay que acelerar. Pero no podemos crear problemas donde no hay".