Dos edificios rehabilitados íntegramente, 123 fachadas recuperadas, 362 pisos pintados al completo, 129 reformas de baños y 109 de cocinas. Son sólo algunas de las intervenciones que se han llevado a cabo en los últimos diez años en el Casco Histórico de Zaragoza, gracias a un programa sociolaboral puesto en marcha por el servicio de Acción Social del Ayuntamiento de Zaragoza.

Desde su inicio en 1994, el consistorio ha trabajado con 541 personas con riesgo de exclusión social y de marginalidad en busca de un doble objetivo social y urbanístico. Por un lado, facilitarles un empleo y por otro, evitar la degradación de las viviendas de personas con escasos recursos económicos en el Casco Histórico.

Con una inversión de 7,8 millones de euros (unos 1.300 millones de las antiguas pesetas), el Ayuntamiento de Zaragoza y la Fundación Federico Ozanam han conseguido consolidar el proyecto de Reparación de Fachadas, Edificios Públicos y Viviendas de Personas sin Recursos. Un programa que, en palabras de la edil responsable de Acción Social, Carmen Gallego (CHA), "va a tener continuidad dentro del nuevo Plan Integral del Casco Histórico" al haberse convertido en uno de los pilares del área.

El proyecto permite la inserción anual de unas 60 personas seleccionadas de entre las listas de exclusión que maneja el centro municipal de Servicios Sociales de San Pablo, de la Magdalena y de la fundación Ozanam. El programa comienza en febrero con un curso inicial de dos meses en el que se imparte formación básica para los alumnos con un nivel de alfabetización nulo o bajo. Se ofrecen también conocimientos de español para las personas extranjeras.

Posteriormente, se divide a los alumnos en varios grupos de trabajo para enseñarles el oficio de la electricidad, fontanería, albañilería o pintura. La formación se realiza de manera práctica y real, restaurando fachadas, reparando viviendas particulares y acondicionando locales de uso comercial. Es la Gerencia Municipal de Urbanismo, en colaboración con la concejalía de Acción Social, la que determina cuáles serán los trabajos a ejecutar por las cuadrillas recién formadas.

HISTORIA El equipo técnico autor del proyecto celebró ayer una jornada específica para dar a conocer el programa con motivo de su décimo aniversario. Alfredo Pérez, jefe de la Unidad de Planes Integrales del Ayuntamiento de Zaragoza, y Alberto Casamayor, psicólogo municipal, recordaron cómo surgió la idea.

"Había dinero del ayuntamiento, gente en paro usuaria de los servicios sociales y edificios en mal estado. Combinamos esos tres elementos y optamos por un plan ambicioso y arriesgado, sobre todo, desde el punto de vista de la gestión económica porque había que realizar contrataciones ", expuso Alfredo Pérez.

En sus diez años de vida, sólo se ha expulsado a 45 personas por no cumplir con los requisitos mínimos de comportamientos y asistencia.