El director general de Protección Civil y Emergencias, Francisco Javier Velázquez, aseguró hoy que los daños causados por la última crecida del Ebro en infraestructuras municipales y de riegos, además de los sufridos por los agricultores, podrían elevarse a unos diez millones de euros.

Así lo indicó a los medios de comunicación en Zaragoza, donde hoy se celebró una reunión de la Comisión Interministerial para hacer un análisis y valorar los daños ocasionados por las inundaciones en las Comunidades de Navarra, La Rioja, Aragón y Cataluña durante la última semana del mes de marzo y la primera del mes de abril de este año.

Velázquez señaló que esta cantidad engloba las zonas afectadas de toda la cuenca, aunque insistió en que son las primeras estimaciones que se hacen sobre el terreno y sobre la base de los informes de los técnicos, de la Comunidad Autónoma y de expertos de la Delegación del Gobierno, por lo que "son aproximados" y "tienen que ser certificados adecuadamente".

La inmensa mayoría de estos daños y el desembolso más importante por parte del Gobierno, según explicó Velázquez, corresponderán a Aragón, ya que fue junto a Navarra la Comunidad Autónoma más afectada por la avenida, que también inundó algunas zonas de Cataluña y La Rioja, pero en menor medida.

Precisamente "una de las partidas más importantes corresponde a los daños en la agricultura, que están cubiertos por los seguros agrarios", dijo el director general, al tiempo que apuntó que "casi la mitad de esta cantidad se refiere a daños en producciones e infraestructuras agrarias de los particulares".

Respecto al plazo que tendrán que esperar estos profesionales para recibir su indemnización, Velázquez aseguró que serán tres o cuatro meses, aunque reconoció que estos procedimientos se demoran en ocasiones porque son necesarios certificados de varias administraciones públicas o valorar las pérdidas.

Hizo hincapié en que los diez millones de euros estimados se refieren a infraestructuras de regadíos, de ayuntamientos y daños producidos en parcelas de agricultores y ganaderos, pero resaltó que a esta cantidad habrá que sumarle los desperfectos sufridos por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

En este sentido, el delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández, que también asistió a la reunión, dijo que hasta el momento la CHE lleva gastados dos millones de euros en reparar acequias, pequeños canales, caminos o motas, "infraestructuras que requerían una reforma inmediata, para que no hubiera más afecciones".

No obstante, para dejar las cosas como estaban antes de la riada, la CHE deberá invertir un total de 30 millones de euros, dijo el delegado, quien añadió que posteriormente "es muy posible" que tenga que acometer un plan integral que incluiría las mejoras que demandan agricultores.

A la reunión de hoy en la capital aragonesa asistieron también los delegados del Gobierno en Navarra y La Rioja y los subdelegados de Tarragona y Zaragoza, así como el presidente de la CHE, José Luis Alonso, y uno de sus objetivos es agilizar la aplicación de las ayudas previstas en el Real Decreto Ley de 13 de abril de 2007 aprobado por el Gobierno.

En esas ayudas se incluyen créditos presupuestarios que corresponden al Ministerio de Agricultura; al de Administraciones Públicas, en relación con las infraestructuras municipales dañadas; o al Ministerio del Interior, en cuanto a viviendas, personas o fallecimientos que hayan podido tener lugar como consecuencia de esta catástrofe, explicó Velázquez.