La población española se reduce a un ritmo de 72 personas al día, resultado de la diferencia entre las muertes y los nacimientos, un dato que supone que, sólo entre enero y junio de este año, España haya perdido 12.998 habitantes. Con la diferencia entre nacimientos y defunciones, el saldo vegetativo solo fue positivo en Madrid, Andalucía, Murcia, Baleares y Canarias, mientras las otras doce comunidades autónomas perdieron población, en mayor o menor medida, sin contar migraciones.