Las posiciones enfrentadas

Todo está listo para que el martes empiece el último debate de política general de la legislatura. La pasada semana, el presidente de Aragón, Javier Lambán, envió la sinopsis de su intervención a las Cortes para que los portavoces tengan una primera guía con la que esbozar sus intervenciones.

La comunicación de Lambán no desvela algunos de los anuncios que tiene previsto introducir en su intervención, entre ellos un pacto para revalidar el presupuesto de izquierdas. Lo que hasta ahora se sabe --pues a lo largo de este fin de semana sigue trabajando en él-- es que desgranará los logros que a su juicio se han alcanzado y que suponen el cumplimiento de gran parte de su programa.

Además, resaltará los datos macroeconómicos y algunos de los objetivos estratégicos, como la logística y el sector agroalimentario, con especial incidencia en el porcino. Otra de las cuestiones que destacará es la lealtad con la Constitución y la condena a quien se la quiere saltar, defendiendo la lealtad con España. Anunciará las leyes pendientes y hará hincapié en que, según él, la comunidad ha mejorado en lo económico y lo social desde que gobierna.

Una realidad bien distinta a la que aprecia el PP, con Luis María Beamonte, quien a falta de perfilar su intervención y, sobre todo, escuchar la de Lambán, ya advierte de que desmontará «los argumentos de un Gobierno errático, sin rumbo, sometido a Podemos» y «una realidad completamente distinta a la que ve el señor Lambán».

Beamonte no espera grandes acuerdos, ni él propondrá ninguno si sigue la estrategia que pretende marcar Lambán. «En realidad, no espero mucho de lo que pueda decir el presidente de Aragón, ya lo veremos», apunta con escepticismo un Beamonte que intervendrá en la segunda jornada, en un duelo dialéctico con Lambán que se prevé especialmente intenso.

Tampoco espera demasiado del discurso de Lambán la portavoz de Ciudadanos, Susana Gaspar. «No creo que haya demasiadas sorpresas. Ya nos tiene acostumbrados a vender su gestión sin hacer autocrítica», señala. «Este 2018 ha sido una legislatura con más sombras que luces, en la que han demostrado los partidos tradicionales que siguen aplicando recetas de antes a los problemas de ahora, y que han quedado anquilosados en el pasado».

Gaspar incidirá en la tesis de la regeneración política: «Está claro que Aragón y España necesitan nuevas ideas. Y nosotros le vamos a aportar algunas soluciones que consideramos buenas y necesarias para afrontar el futuro con garantías», indica Gaspar, quien comparte con el PP su ácida crítica al modelo fiscal implantado por Lambán, a pesar de que llegaron recientemente a acordar una rebaja de Sucesiones insuficiente, eso sí, para ambos partidos, que apuestan por su supresión.

Arturo Aliaga intervendrá en nombre del PAR con la decidida intención «de hacer lo que siempre hemos hecho, una crítica constructiva y una defensa de la necesidad de alcanzar acuerdos de amplia base para mejorar el bienestar de los aragoneses. Huiré del ruido y la crispación, que está enturbiando estos tiempos y contribuye a la desafección política de la ciudadanía», indica un Aliaga que considera que Aragón «no está mal del todo», pero que alerta de que «no puede bajar la guardia el Gobierno y tiene que buscar pactos más amplios».

El político aragonesista incidirá en la necesidad de aplicar valor añadido a la economía, impulsar las infraestructuras, mejorar la atención social con especial énfasis en jóvenes, mujeres, mayores e inmigrantes y el combate de la despoblación «desarrolando la directriz» aprobada esta legislatura, entre otras cuestiones que terminará de perfilar en las escasas 48 horas que faltan para el debate. «El PAR siempre tenderá la mano a acuerdos amplios y que no vayan contra nadie», indica.

Esa voluntad de pacto será uno de los temas centrales de los debates que Lambán mantendrá con una izquierda crítica pero que tiene voluntad de imprimir una impronta progresista a este gobierno de coalición entre PSOE y CHA. «Cierto es que estamos mucho mejor de lo que estábamos con el gobierno de Luisa Fernanda Rudi, pero estamos peor del Aragón que dibuja Lambán», señala la portavoz de IU, Patricia Luquin. Y ese será uno de los ejes de su intervención, indica. «Hacer ver a Lambán que hay que bajar a la tierra, pensar en la economía real, de la gente, de la mucha gente que lo pasa mal y que no percibe esos datos macroeconómicos», indica la responsable de la formación.

Luquin insiste en su apuesta por pactos progresistas, aunque no se atreve a pronosticar si será posible ese acuerdo. «Hemos demostrado nuestra predisposición, pero tenemos que escuchar qué dice Lambán y luego tomar decisiones en la organización», indica una Luquin que también recuerda que, «este año preelectoral podemos ver cómo Lambán mira hacia un lado y a otro, como ya ha hecho con la rebaja de Sucesiones».

Mientras, Podemos desvela menos sus intenciones. Sus portavoces se limitan a decir que harán oposición y control al Gobierno a la par que esperan que Lambán sea autocrítico.

Gregorio Briz, de CHA, defenderá la gestión de este partido en el Gobierno, hablará «del encaje territorial» y hará «una intervención en positivo, defendiendo la necesidad de un pacto de izquierdas más amplio y con más compromiso del resto de fuerzas, para un proyecto político que tiene que extenderse la próxima legislatura para culminar lo emprendido».