Hace ya más de 20 años de aquella gigantesca manifestación que reunió en Madrid a más de un cuarto de millón de personas, pero trasvase y Ebro siguen siendo dos palabras difícilmente conjugables en Aragón, donde el debate se anima y hasta se acalora aunque casi todo el mundo esté de acuerdo. Es lo que ocurrió este jueves en Las Cortes, donde Vox ha dado la nota al hablar de «insolidaridad» y ha sido criticado por todos los grupos. También se ha señalado al PP, aunque más en un contexto pasado que en su postura presente. La formación en Aragón parece hacer virguerías para mantener el equilibrio entre lo que sabe que se piensa, lo que se quiere en la comunidad, y las exigencias de su formación en Madrid.
El Parlamento aragonés ha reiterado su oposición «hoy y siempre» a cualquier tipo de trasvase del río Ebro. El pleno de la Cámara autonómica aprobó ayer un texto conjunto del PSOE, Podemos, CHA y el PAR que, debatido conjuntamente con otro del PP sobre la misma materia y que no ha salido adelante, también «reprueba la actitud insolidaria y trasvasista de Pablo Casado» y pide a todos los partidos «respetar nuestro Estatuto de Autonomía».
En el segundo de los textos debatidos, a propuesta del Partido Popular, desde el que también se «reiteraba el rechazo a cualquier trasvase del Ebro», se pedía además «impulsar las obras hidráulicas contempladas en el Pacto del Agua, para poder garantizar la reserva hídrica de 6.550 hectómetros cúbicos recogida en nuestro Estatuto de Autonomía».
«Espero que su partido asuma lo que usted ha defendido», le ha señalado Álvaro Sanz (IU) a Mar Vaquero (PP), reconociéndole de alguna manera su esfuerzo pero diciendo que lo saldaba «con una huida hacia delante».
«Nuestro grupo acata el Estatuto, pero somos contrarios al uso político del trasvase para ver quién es más aragonesista», dijo Santiago Morón, de Vox, en lo que Nacho Escartín (podemos) se detuvo para incidir en que todos los agricultores «tienen que escuchar lo que defiende Vox». Una posición similar ha defendido Joaquín Palacín (CHA), mientras Ramiro Domínguez, de Ciudadanos, le ha recordado al PSOE que en la cornisa cantábrica «han apoyado trasvases aunque los hayan llamado de otra manera».
La popular Mar Vaquero ha asegurado que cada vez que ha habido un Gobierno del PSOE «ha habido trasvases e incumplimiento de la política hidráulica», denunciando que hacen «uso político del agua» y reprochando al cuatripartito que ha votado también en contra de rechazar «cualquier propuesta de trasvase y de impulsar las obras hidráulicas».
Darío Villagrasa (PSOE) cerró el turno con una cancioncilla popular bien conocida unos lustros atrás: «Mira cómo viene el agua, mira cómo se va, mira cómo se la llevan Matas, Cañete y Aznar».
