Fútbol femenino

Teresa Rey: "Se nos debe valorar, todo lo que conseguimos nos lo ganamos a pulso"

Teresa Rey, jugadora del Zaragoza Club de Fútbol Femenino.

Teresa Rey, jugadora del Zaragoza Club de Fútbol Femenino. / ANGEL DE CASTRO

El deporte femenino sigue derribando barreras más altas cada día en su lucha para lograr la igualdad. El fútbol, en concreto, es una disciplina históricamente asociada al género masculino y que sigue arrastrando la lacra del machismo en muchos ámbitos. Teresa Rey, jugadora del Zaragoza Club de Fútbol Femenino, lleva practicando este deporte desde los 4 años y tuvo que enfrentarse al rechazo de algunas personas. «Cuando era pequeña, jugaba en un equipo de todo chicos con otra compañera y el hecho de que hubiera dos mujeres jugando ya suponía una humillación para ellos simplemente porque éramos chicas», relata Teresa.

En la última década, el fútbol femenino ha ascendido en importancia e interés y ya son pocos los clubs que no tienen un equipo femenino en sus categorías inferiores. Teresa Rey encuentra grandes diferencias respecto a cuando comenzó a jugar profesionalmente. «El fútbol femenino ha evolucionado, se nos está respetando de la forma que merecemos y estamos demostrando que somos igual de buenas que ellos, podemos jugar a fútbol igual de bien e incluso mejor, pero aún queda mucho camino por recorrer y cambiar la mentalidad de mucha gente», apunta. 

El fútbol femenino ha evolucionado y se nos está respetando, pero aún queda mucho camino por recorrer

Sin embargo, la precariedad laboral sigue condicionando a muchas jugadoras de este deporte, que no pueden depender económicamente del fútbol. En 2020 se firmó el primer convenio profesional para el fútbol femenino, un gran paso que ha sido insuficiente. Las jugadoras reclaman actualmente un salario mínimo de 16.000 euros y eliminar la parcialidad de su profesión. «Es lo que se tenía que hacer ya que muchísimas jugadoras damos la vida por este deporte, estamos implicadas al cien por cien y gracias a ello podríamos dedicarnos más al fútbol, donde cada jugadora realiza todos sus entrenos, pero tiene que tener unos estudios porque el día de mañana no te da para vivir de tu recorrido deportivo», denuncia la capitana del Zaragoza CFF. Teresa tiene que compaginar su trabajo con el fútbol para poder sobrevivir, al igual que miles de deportistas en toda España. «El convenio profesional nos ayudaría a tener un gran empuje, pero no solo para las futbolistas, sino también para el mundo deportivo femenino en el que se nos debe valorar. Todo lo que conseguimos nos lo ganamos a pulso», explica Rey.

Muchísimas jugadoras damos la vida por este deporte, estamos implicadas al cien por cien

El año pasado el fútbol femenino hizo historia cuando el Fútbol Club Barcelona consiguió batir dos veces consecutivas el récord de asistencia a un partido en el Camp Nou. En primer lugar, 91.553 aficionados acudieron a ver el partido contra el Real Madrid en los cuartos de la Champions League y tres semanas después, 91.648 espectadores asistieron al partido del Barcelona contra el Wolfsburgo, en las semifinales. Un día que no caerá en el olvido y que pretende iniciar una nueva era en este deporte.

La jugadora aragonesa cree que para conseguir la igualdad en el fútbol, el público y las instituciones deben «darnos esa confianza, esa visibilidad en medios de comunicación y animar a la gente a que confíe en lo que hacemos para que este deporte llegue a más personas. Ellos mismos se darán cuenta de que no existen diferencias», destaca Teresa.

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