La aragonesa Telnet negocia el despido del 40% de su plantilla en La Muela

La empresa aragonesa Telnet Redes Inteligentes, referente en el mundo de las telecomunicaciones desde su creación en 1994, ha comunicado a la plantilla que ejecutará un expediente de regulación de empleo (ere) para 65 de los 155 trabajadores que ahora operan en las cuatro naves de la tecnológica ubicada en el polígono Centrovía, en La Muela. Supone el despido colectivo del 42% de la plantilla, la mayor parte de ellos puestos cualificados dedicados a la innovación y la investigación en el terreno de las comunicaciones en una de las empresas pioneras en la implantación de la fibra óptica en España.

Los despidos se llevarán a cabo después de tres años en los que se han sucedido cinco ertes para parte de la plantilla que han reducido la actividad de las líneas de negocio de equipos de banda ancha y antenas a la mínima expresión. Según aseguran desde el comité de empresa, estas dos patas de la compañía eran deficitarias, motivo por el cual la dirección se ha decidido a cerrarlas. Los 45 trabajadores de las dos naves, en su mayoría ingenieros y técnicos dedicados a la investigación y el desarrollo, estaban en un nuevo erte desde el pasado mes de noviembre cuya vigencia termina el próximo 1 de abril. Las otras dos líneas de negocio, que se dedican a la fabricación de bobinas de fibra óptica (con clientes de la talla de Telefónica) y a las terminaciones de cable, sí mantienen su viabilidad.

Desde el comité de empresa muestran su enfado por la forma en la que se ha procedido, pues «desde hace tiempo se sabía que los problemas no eran propios de una cuestión coyuntural, por lo que se ha tenido en vilo a decenasde trabajadores». En los últimos tiempos, la empresa aragonesa había logrado participar en proyectos como el autobús inteligente y autónomo que ahora se prueba en la línea 40 de Zaragoza o en un proyecto de la Universidad de Zaragoza que investiga la próxima generación de comunicaciones inalámbricas con 5G llamado Ascomsat.

Telnet fue fundada hace ya casi 30 años por Manuel Villarig, uno de los pioneros de la fibra óptica en España –y también propietario del edificio de los antiguos Cines Elíseos de Zaragoza– que delegó la dirección de la empresa en su hija tras su jubilación. Llegó a contar con 215 empleados y con filiales en Madrid, Lisboa, Rusia y Sudamérica. pero en los últimos años la marcha de la empresa había dejado de ser tan boyante.