El pacto PP-Vox pesa más que las propuestas

Diez minutos duró la discusión calmada sobre las infraestructuras en Aragón antes de que los candidatos al Congreso por Aragón se quitarán el corsé para lanzarse a la pelea de lo que mueve el voto en las elecciones del 23 de julio. Al igual que en lo ocurrido hasta ahora en la campaña, los pactos fueron el eje del debate organizado por EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, una cita en la que Pilar Alegría (PSOE), Pedro Navarro (PP), Jorge Pueyo (Sumar), Diego Loras (Teruel Existe) y Pedro Fernández (Vox) se atizaron a gusto a cuenta de las acuerdos que necesitarán para alcanzar el Gobierno.

Tanto el de España como el de Aragón, la única autonomía pendiente de configurar a falta de confirmarse la repetición electoral en Murcia. Todo sea dicho: hubo propuestas en lo que a despoblación, infraestructuras, política hidráulica y financiación autonómica se refiere. Quedaron desmerecidas a un segundo plano porque, eso lo saben todos, primero va el color del gobierno y después las políticas para Aragón.

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Se cortaron, se pisaron y no dudaron en sacar los colmillos cuando olieron sangre. Comenzaron hablando de carreteras y trenes hasta que Pedro Navarro lanzó la bomba. ¿Quieren hablar de pactos? Pues hablen, dijeron los moderadores. «Me acuerdo cuando Sánchez dijo que no podría dormir por las noches si gobernaba con Podemos». Y se prendió la mecha. Le reprendió Alegría citándole lo repetido por Sánchez: que no les daría carteras de relevancia a los de Pablo Iglesias.

Salió la socialista a la contraofensiva al asegurar que no tiene «ninguna duda» de que Vox y el PP gobernarán juntos en Aragón. «Solo están haciendo trilerismos y una ópera bufa», le espetó al candidato popular, que no le dio concesión alguna acusándole de pactar con Bildu en Pamplona por darles su abstención.

No se sintió interpelado el candidato de Vox, Pedro Fernández, que dice que el «único acuerdo al que hemos llegado es con los españoles», aunque gobiernan ya con el PP en Extremadura, Valencia y Castilla y León. Por ahí atacó Jorge Pueyo, el candidato de Sumar, que acusó a Teruel Existe de estar participando en un «pacto global» con el PP y, por tanto, con la ultraderecha, pues gobernarán la Diputación de Teruel con un partido que le ha dado la presidencia de las Cortes a Vox. Fue tajante Diego Loras: «Teruel Existe nunca llegará a un pacto en el que esté Vox por medio».

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No se olvidó Pedro Navarro de pedir lo que Núñez Feijóo: que gobierne la lista más votada, lo que le ahorraría al PP el trance de rubricar un acuerdo programático con Vox e incluso introducirlos en el gobierno. Ahí pisó una mina. «No me ofenda, señor Navarro, que yo hubiera sido alcaldesa. Fui yo quien ganó las elecciones de 2019 y no Azcón. Ustedes no se abstuvieron», salió en tromba Alegría.

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Intentaban reconducir sin mucho éxito el debate Pueyo y Loras, los más tranquilos, que guardaron silencio mientras se golpeaban la socialista y el popular, pero quedaba claro que el adelanto electoral de Pedro Sánchez había cumplido su objetivo: se habla más de pactos que de propuestas en esta campaña electoral que acabará con el sanchismo o salvará el retroceso de libertades que la izquierda augura con un hipotético gobierno PP-Vox.

Por la cuestión de los derechos sociales entró con fuerza Jorge Pueyo, que denunció los casos de «censura» en esas comunidades donde ya gobiernan y «el PP baila al son de Vox» y aplaudió que los abusos sexuales sean juzgados ahora como agresiones, sobre todo por el caso de una amiga suya, que «sufrió a un impresentable que eyaculó sobre su mochila en el tranvía».

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Ahí introdujo una interesante variable Diego Loras, que apeló a la «dimensión territorial» de la protección de las víctimas porque «para poner una denuncia por violencia machista o agresiones LGBTI tiene que haber un cuartel de la Guardia Civil y que las pulseras funcionen».

Por ahí se lanzó también Pilar Alegría. «Me parece muy preocupante que en 2023 tengamos que plantear debates sobre derechos ya conquistados. Si PP y Vox gobiernan, Aragón y España retrocederán en derechos sociales», clamó Alegría. Con contundencia respondió Pedro Navarro, que aseguró que «el PP no cederá ni un milímetro en los derechos adquiridos», para denunciar a continuación «la barbaridad» de la ley del solo sí es sí, de la que aseguró que «no fue un error porque todos les avisamos».

Poco tuvo que decir el candidato de Vox, que apeló primero a Pueyo y luego a Alegría: «¿Va usted a condenar la ley del solo sí es sí?». Y ahí se enrocó, respondiendo en más de cinco ocasiones con esta pregunta a cada interpelación que se le hizo en el final del debate, que el tiempo (dos horas) finiquitó ante la sorpresa de los protagonistas. Más largos se les harán los diez días que quedan hasta la sentencia de las urnas.