Foro informativo

El 96% de los edificios evaluados recibe una ITE favorable

Más de 13.000 edificaciones en la capital aragonesa tienen más de 50 años, por lo que deben pasar la Inspección Técnica del Edificio

Roberto Gascón, Rafael Gracia y Miguel Ángel Abadía,  participantes en el foro, junto a la gerente de EL PERIÓDICO DE  ARAGÓN, Cristina Sánchez, y el periodista Marcos Calvo

Roberto Gascón, Rafael Gracia y Miguel Ángel Abadía, participantes en el foro, junto a la gerente de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, Cristina Sánchez, y el periodista Marcos Calvo / Jaime Galindo

Rebeca Magallón

En Zaragoza, el 96% de los edificios que deben pasar la Inspección Técnica de Edificios reciben una valoración favorable. La ITE es garante de seguridad y después de más de 15 años de su puesta en marcha, 13.362 edificaciones han sido evaluadas por un técnico en la capital aragonesa. Con el objetivo de poner en valor su importancia, EL PERIÓDICO DE ARAGÓN organizó un desayuno informativo sobre los aspectos más importantes que rodean a la Inspección Técnica de Edificios.

El foro contó con la presencia de expertos en la materia como Miguel Ángel Abadía, gerente de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza; Rafael Gracia Aldaz, presidente del Colegio Oficial de Arquitectos Técnicos y Aparejadores de Zaragoza; y Roberto Gascón, secretario de la junta de gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos Superiores de Aragón. El rol de moderador recayó en el periodista del diario, Marcos Calvo.

Para dar inicio al coloquio primero se resolvió la duda sobre en qué consiste la Inspección Técnica de Edificios, a lo que Miguel Ángel Abadía respondió que se trata de «un instrumento para la sistematización del deber de la conservación de las edificaciones». Así, lo comparó con «pasar una revisión médica al edificio para atestiguar que cumple las normas de seguridad, salubridad y ornato público» y asimiló a los técnicos encargados de la revisión con los médicos de cabecera: «Al igual que cuidamos nuestra salud, debemos cuidar de nuestra casa, que se podría decir es la inversión de nuestra vida».

Además, añadió, «en Aragón fue todo un éxito porque comenzamos poco a poco, centrándonos primero en la fase de seguridad estructural, no hicimos como Sevilla por ejemplo que quisieron empezar con este proyecto atendiendo a los tres elementos y ningún edificio cumplía los requisitos».

Los edificios no colapsan de un momento para otro, hay una causa, además, siempre deja señales visibles

Miguel Ángel Abadía

— Gerente de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza

Profesionales

Rafael Gracia especificó que la ITE está destinada a «edificios de más de 50 años, que una vez realizada la primera inspección, se llevaran a cabo con una periodicidad de 10 años». Los encargados de realizar esta tarea, añadió, «son los arquitectos y los arquitectos técnicos, que son los expertos en la materia». Desarrolló que «son los profesionales indicados porque sin tener que hacer ensayos son capaces de obtener una información fidedigna del edificio y descubrir posibles patologías».

Abadía amplió esta información añadiendo que «los edificios públicos, aunque cuenten con más de 50 años, están exentos de la inspección ya que tienen una normativa especial que cumplir». Además, insistió «en la necesidad de que los propietarios, personas sobre las que recae la responsabilidad de contratar a un técnico, no esperen a que la edificación cumpla los 50 años para realizarla», ya que aseguró, «es mejor adelantarse a los problemas».

Los arquitectos son capaces de obtener una información fidedigna del edificio y descubrir posibles patologías

Rafael Gracia Aldaz

— Presidente del Colegio Oficial de Arquitectos Técnicos y Aparejadores de Zaragoza

Prevención y concienciación

Y hablando de prevención, Roberto Gascón destacó «la necesidad de tener a un técnico de cabecera que vigile y controle el edificio», ya que aseguró, «la prevención siempre es clave, adelantarse a los problemas siempre nos ahorra dinero». Explicó que no es lo mismo «arreglar un tejado con filtraciones, que arreglar la estructura de una vivienda entera porque se ha deteriorado debido a la humedad». En sus palabras, «los técnicos tienen la capacidad de ver los problemas antes de que ocurran, de ahí la importancia de contar con uno de forma regular para tener vigilada la vivienda». 

Al hilo de esta idea, entró en juego otro aspecto puesto de manifiesto por los participantes, «el desconocimiento del usuario en cuanto al mantenimiento y conservación de los edificios». Abadía clarificó que «el comportamiento inadecuado del propietario puede afectar a su seguridad». Ejemplificó que, «aunque lo haga con toda la buena intención, el simple hecho de sustituir las ventanas originales por unas de aluminio para evitar corriente puede provocar que suba la temperatura del interior y se genere agua en las paredes, lo que podría derivar en problemas de humedad».

La prevención siempre es un factor clave y adelantarse a los problemas siempre nos ahorra dinero

Roberto Gascón

— Secretario de la junta de gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos Superiores de Aragón.

Costes

Por otro lado también se comentó el tema del precio de las ITEs, momento en el que Gracia destacó que, «en un principio, los propietarios solo ven en la inspección otra cosa más que pagar pero, en un mercado libre, hay un gran abanico de posibilidades para contratar a un técnico». Aseguró que, como habían mencionado antes, la previsión es clave y «si se quieren ahorrar gastos, es imprescindible hacer revisiones regulares, porque, lo que ahora cuesta 5 euros en dos años puede costar 20». Además, destacó otro dato, «si por un mal mantenimiento, se desprende la cornisa de un edificio y alguien que pase por la calle resulta herido, la comunidad se debe hacer responsable del accidente».

Abadía también resaltó la labor de los colegios de arquitectos y arquitectos técnicos porque «están haciendo un gran esfuerzo para adaptar sus servicios a unos precios asequibles para los propietarios». Hablando de números ejemplificó que «cuando de normal una intervención cuesta entre 1.000 y 1.500 euros, los colegios profesionales se encargan de que no superen los 500 euros para que las comunidades de vecinos se lo puedan permitir».

Más allá de la ITE

Los participantes del coloquio comentaron también otras herramientas que buscan la correcta conservación y rehabilitación como es el Informe de Evaluación de Edificios (IEE). Gracia explicó que esté informe es «un paso más allá de la ITE». Añadió que «se abandera como la solución para la regeneración urbana, ya que incorpora tres aspectos a tener en cuenta». Estos serían «el estado de conservación, la accesibilidad del edificio y el grado de eficiencia energética».

El primero hace referencia a la ITE en sí, es decir, la inspección del estado de la cimentación y la estructura, las fachadas y las medianeras, la estanqueidad y las cubiertas, así como las instalaciones generales de fontanería y los saneamientos. El segundo busca «facilitar el acceso a la edificación», desarrolló Gascón. Añadió que «hace unos años no se contemplaba el tema de la accesibilidad, pero hoy día, nos encontramos situaciones en las que gente mayor no puede salir de su casa porque vive en un cuarto sin ascensor». Confirmó que «está habiendo un cambio de mentalidad, se ha tomado conciencia de este tipo de problemas, y lo mismo ocurre con la eficiencia energética, cuando antes ni se contemplaba construir un edificio sostenible». Y esta sostenibilidad es, precisamente, la tercera pata del IEE. 

Las mejoras en la eficiencia energética pasan por la aplicación de medidas para reducir el consumo, pero también por alcanzar una mayor calificación energética. Alguna de estas acciones consiste en mejoras del aislamiento, la renovación de las instalaciones térmicas o de iluminación o la integración de energías renovables, como placas solares.

Como añadido, los profesionales también disponen de un Libro del Edificio Existente, «un documento en el que se recogen los datos de la edificación, así como las obras realizadas», apuntó Gascón. 

Facilidades

Finalizando ya el foro, los participantes recordaron de nuevo la necesidad de realizar este tipo de inspecciones. Abadía añadió que «los interesados pueden contar con ayudas y subvenciones para ello». El Ministerio de Agenda Urbana, con la financiación europea de los Fondos Next Generation, dispone de un programa cuyo objetivo es subvencionar la implantación y generalización del Libro del Edificio existente, así como el desarrollo de proyectos técnicos de rehabilitación integral en edificios finalizados antes del año 2000. De esta forma, se subvencionarán parte de los gastos de honorarios profesionales para la emisión del libro, así como el desarrollo de proyectos técnicos de rehabilitación integral de edificios.

Por otro lado, Gascón comentó que desde los colegios profesionales se ha elaborado una aplicación móvil que ayuda en la gestión de la ITE y «tiene muchos añadidos». Gracia explicó el funcionamiento de esta app pionera que «cuenta con tres bloques». El primero dispone de los datos urbanísticos de la edificación, así como su propiedad y el técnico redactor que compone una «foto inicial de la edificación». En este nivel «aparecen todos los médicos que han intervenido en el edificio».

En el siguiente bloque aparecen el documento del estado de conservación, lo que se podría ser la ITE, además de una evaluación del edificio y de sus certificaciones energéticas. Como añadido, puntualizó Gracia, «cuenta con un manual de uso y mantenimiento de la edificación».

En el último apartado se encuentra el espacio para «mejoras potenciales del edificio, donde el técnico puede dejar planteado un proyecto de mejoras y el orden de ejecución para que en el futuro los profesionales sepan dónde actuar». Gracia aseguró que la app «es como un Libro del Edificio Existente pero completamente vivo».

Por último, y con el objetivo de facilitar a los zaragozanos gestionar la ITE, Gascón resaltó la labor de las Oficinas de Ayuda a la Rehabilitación de Zaragoza, «espacios a donde los ciudadanos pueden acudir para informarse de forma gratuita y sin ningún tipo de conflicto de interés sobre la ITE y los proyectos de rehabilitación».

Prevenir

«Mejor prevenir que curar», esa es la conclusión a la que llegaron los participantes del foro. De esta manera, Abadía explicó que «no se debe esperar a que el edificio tenga la obligación de una inspección, un buen técnico de cabecera se asegura de que todo funcione bien».

Además, mandó un mensaje de tranquilidad, «los edificios no colapsan de un día para otro, siempre hay una causa que lo provoca y deja señales». A esa idea se sumaron sus compañeros, que coincidieron con él en la necesidad de prevenir. La concienciacón sobre ello ya está presente en los nuevos barrios de Zaragoza, como Valdespartera, apuntó Abadía, que cuenta con un edificio de reciente creación pero que ya ha pasado una inspección «para controlar que todo esté bien».

En Zaragoza, el barrio que cuenta con un mayor número de edificios obligados a pasar la ITE es Delicias con más de 2.000 edificaciones, seguido del Casco Antiguo con 1.500 y Torrero con 1.400 edificios.

Video del desayuno informativo en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN sobre la Inspección Técnico de Edificios

Jaime Galindo