POLÍTICA EDUCATIVA

Los problemas en el transporte escolar indignan al medio rural de Aragón

Las familias de localidades como Olba o Alfamén se sienten «ninguneadas» y algunas ya plantean que sus hijos no vayan a clase como protesta

Educación ha gastado 1,5 millones de euros de más en este inicio de curso para gestionar el servicio, más caro por la subida del combustible

Los alumnos del instituto de Cariñena, ayer, se dirigen a los autobuses escolares.

Los alumnos del instituto de Cariñena, ayer, se dirigen a los autobuses escolares. / SERVICIO ESPECIAL

Ana Lahoz

Ana Lahoz

Cuando está a punto de cumplirse un mes del inicio del curso escolar, hay puntos de la geografía aragonesa donde todavía hay alumnos que tienen problemas para asistir a clase porque el transporte escolar no está adjudicado, porque el vehículo disponible se avería de forma constante o porque las familias, hartas de la situación, ya no quieren seguir poniendo sus coches particulares para llevar a sus hijos a los centros.

En el medio rural están al límite porque, según argumentan a este diario las comunidades educativas de diferentes municipios, «siempre son los mismos» los afectados por el transporte escolar. Las familias piden «responsabilidades» al Departamento de Educación del Gobierno de Aragón, tanto al saliente como al entrante, por la «falta de previsión» y el «único interés» de «hacer política» a costa de los alumnos.

A mediados de agosto, cuando apenas faltaban unos 20 días para iniciar el colegio, Aragón tenía un sinfín de rutas desiertas o sin contrato (80 en la provincia de Teruel, 20 en la de Huesca o más de 250 líneas en Zaragoza). Así lo denunció hace unos días la consejera de Educación, Claudia Pérez Forniés, durante el pleno en las Cortes de Aragón. Habló de un problema «heredado» al no adjudicarse los servicios a tiempo, pero lo cierto es que el nuevo Ejecutivo aterrizó, empezó el curso escolar y hay rutas todavía sin prestar servicio.

Este escenario en el que «entre unos y otros se pasen la pelota», según las familias, es lo que está generando «una gran indignación» entre las comunidades educativas con problemas en el transporte. Un ejemplo de ese hartazgo está en la comarca turolense de Gúdar-Javalambre, donde hoy mismo los 21 alumnos de Olba y Fuentes de Rubielos no sabían si podrian ir al instituto de Mora de Rubielos porque ayer el autobús se volvió a averiar.

Concentración a las puertas del instituto Gúdar-Javalambre de Mora de Rubielos por los problemas del transporte.

Concentración a las puertas del instituto Gúdar-Javalambre de Mora de Rubielos por los problemas del transporte. / SERVICIO ESPECIAL

«Por la mañana el bus pasó bien, siendo el cuarto día de todo el curso con un servicio normalizado. Sin embargo, al mediodía ya los recogió media hora más tarde y se nos informó que era muy probable que para este miércoles no hubiera vehículo porque se han vuelto a detectar los mismos fallos que días atrás», señaló a este diario María Morte, secretaria del AMPA del instituto Gúdar-Javalambre.

Finalmente, un autobús de la misma empresa ha pasado por estos pueblos a primera hora de este miércoles, pero no era el asignado porque este sigue estropeado. "No puede ser que estemos en esta situación de incertidumbre cada día. Esto está afectando al rendimiento académico de los alumnos, que no pueden asistir con normalidad a clase. Los profesores están poniendo todo de su parte, pero no estar en el aula afecta y esta sensación de inquietud no es de recibo», insistió Morte.

La línea que pasa por Olba y Fuentes de Rubielos la presta una empresa de Valencia. Desde el AMPA ya han solicitado los informes del taller que ha realizado las revisiones al autobús, que se ha vuelto a averiar. «Es que es lamentable estar en esta situación», añadía.

En Alfamén "todo sigue igual"

Por su parte, la ruta de Allueva-Calamocha se acaba de solucionar (el PSOE ha ejercido aquí una fuerte presión), mientras que sigue sin solución la que une Alcañiz-Caspe. En este sentido, la consejera de Educación apuntó que se trata de un línea «interprovincial» y eso «dificulta» la gestión.

Donde la situación sigue «sin cambios» y hay 14 alumnos que no disponen de transporte para acudir al instituto de Cariñena es en Alfamén, donde hace 15 días que están «pendientes de la firma de un trámite que nunca llegan», según las familias. «Creemos que es una forma de marearnos, de alargar la situación, así que ya estamos planteando movilizaciones», señaló María del Carmen Pérez, madre de unos de los estudiantes afectados de Alfamén.

Uno de los taxis que trasladan a los alumnos en Cariñena.

Uno de los taxis que trasladan a los alumnos en Cariñena. / SERVICIO ESPECIAL

En este sentido, las familias ya se plantean realizar un parón, que supondría que «ningún estudiante» acuda al instituto. «Ni los que sí cogen el autobús como los que van en coches particulares. Estamos hartos, desesperados, agotados y enfadados por la desidia del Servicio Provincial de Educación», añadía Pérez.

Las familias de Alfamén han organizado un cuadrante, de tal manera que cada día es una de ellas la que traslada a los alumnos sin autobús al instituto. «Tampoco es lógico que tengamos que dejar de trabajar para llevar a nuestros hijos, poniendo nuestro coche y pagando la gasolina de nuestro bolsillo. El transporte escolar es un derecho al que nuestros hijos tienen derecho, aunque vivan en el medio rural», dijo.

A todo ello, además, se suma la subida del combustible, lo que ha encarecido los contratos que se han adjudicado recientemente o que están pendiente de ello.

El Departamento de Educación, por su parte, trata de solucionar la situación en un contexto en el que ha tenido que echar mano de empresas de Valencia (para el caso de alguna ruta de Teruel) o de Soria (para el caso de alguna de Zaragoza) para gestionar el servicio en Aragón ante la ausencia de compañías autonómicas. A todo ello, además, se suma la subida del combustible, lo que ha encarecido los contratos que se han adjudicado recientemente o que están pendiente de ello. Cuanto más tarde se concedan, más caro será el coste del servicio.

De hecho, en lo que va de curso el Departamento de Educación ha inyectado ya 1,5 millones de euros de más sobre lo previsto para la gestión del transporte escolar y la puesta en marcha de varias rutas.