La reconversión de los antiguos juzgados en Zaragoza finalizará en 2024

El denominado «edificio tradicional» situado en la plaza del Pilar, en los porches cercanos a San Juan de los Panetes donde antiguamente se ubicaban los juzgados, acogerá a partir de 2024 la sede del Departamento de Bienestar Social y Familia (hasta esta legislatura Departamento de Ciudadanía) y el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), que ahora mismo se reparte en dos edificios de ese mismo emplazamiento.

Ese traslado se realizará a mediados o finales del próximo año, según fuentes de la consejería. Para la adecuación de este espacio, los presupuestos incluyen dos partidas para la nueva sede del departamento en la plaza del Pilar, una de 679.602,08 euros y otra de 25.865,67 euros. La adaptación del edificio hará que tanto la consejería como el Instituto Aragonés de Servicios Sociales estén en un mismo escenario, ya que en estos momentos están separados.

El IASS está en el Edificio A; y en los edificios B y C están el propio Departamento de Bienestar y la Gerencia del IASS; mientras que en el D se encuentra una parte de la Subdirección Provincial de Menores en Zaragoza; de ahí que se considere necesario la concentración, para una mejor coordinación de los servicios.

Servicios

El Departamento de Bienestar Social y Familia engloba en estos momentos con las direcciones generales de Familia, Infancia y Natalidad, de Igualdad de Oportunidades, de Inclusión Social y Voluntariado (incluye aquí los servicios de Cooperación al Desarrollo e Inmigración), la dirección general de Mayores –una novedad de la actual legislatura–, y el Instituto Aragonés de la Juventud que está situado en la calle Franco y López de la capital aragonesa. También se enmarca dentro de la consejería, el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (aquí se engloba también el servicio de Atención a la Infancia y Adolescencia, la gestión de las prestaciones, entre otros servicios), que dirige actualmente Ángel Val. La subdirección de Infancia y Tutela se sitúa, por ejemplo, en la calle Supervía de la capital aragonesa.

Existen varias actuaciones pendientes para poder habitar de forma total los antiguos juzgados. Las principales, que son las que se acometerán para su adecuación hasta mediados o finales del año que viene se refieren a aspectos técnicos, es decir, aquellos que tienen que ver con prevención de incendios, las nuevas tecnologías, climatización o movilidad. Aquí se incluye la revisión de los ascensores actuales, ya que en estos momentos ninguno de ellos llega al sótano y la idea es que al menos uno lo haga. En cuanto a la conexión de datos y voz hay que tener en cuenta, aseguran fuentes oficiales, que cuando los juzgados dejaron esta sede para trasladarse a la Ciudad de la Justicia (en la Expo), allá por 2013, se cortaron los cables por lo que es necesario el trabajo de los electricistas ya que no se pueden empalmar sino que se deben acometer de nuevo todas las conexiones a CPD, que están en los edificios B y C.

Respecto a la climatización, se cambiará una de las calderas puesto que había dos de gasóleo y se instalará una de gas ciudad, mucho más eficiente, lo que además, permitirá ahorrar energía.

Estas son las acometidas que se consideran «imprescindibles» y de ahí que este año se incorpore una partida de algo más de 705.467,75 euros. Quedan por realizar otras mejoras y pequeñas obras, como la instalación de seguridad, la revisión de las persianas, la homologación del contrato de las cortinas, la construcción del aseo de la consejera, que es una obra de nueva construcción, entre otras.

Dependencia

Además, también será necesario adecuar en las plantas baja y primera, que en estos momentos no cuenta con presupuesto y si se quiere llevar a cabo las obras tendrían que incluirse. También se plantea la necesidad o no de trasladar las oficinas del Centro Aragonés de la Dependencia (Cade) a la misma plaza del Pilar. Este espacio se inauguró en mayo de 2020 y está situado en el barrio del Actur, lo que permitió diversificar espacios ya que en esos momentos Aragón y el resto del mundo estaban inmersos en la pandemia del coronavirus.

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