Crónica general | Un 2023 de alta tensión

Crispación, alta tensión, polarización... Son palabras que podrían resumir lo que ha significado este 2023 que ahora toca a su fin. Un año en el que Aragón descubrió al cryptosporidium, el protozoo que contaminó el Queiles y dejó sin agua del grifo a Tarazona y tres pueblos más, o Caneto de la mano de las familias que quieren seguir llevando a sus hijos a una escuela que es ilegal para la DGA. Ha sido un año en el que los aragoneses han vibrado con el deporte femenino, sobre todo la Copa de la Reina del Casademont o el Mundial de fútbol de Salma Paralluelo (que acabó eclipsando Luis Rubiales y su famoso «piquito» a Jenni Hermoso) y también que han llorado con la muerte del cineasta Carlos Saura, la actriz Laura Gómez-Cueva, al arquitecto José Manuel Pérez Latorre o el histórico alcalde de Zuera, Luis Zubieta. Pero sobre todo han sido doce meses de alto voltaje político, de votar por partida doble y vivir en una eterna campaña electoral con cambio de Gobierno en el edificio Pignatelli.

Este año ha estado muy marcado por la doble cita electoral, los comicios municipales y autonómicos del 28 de mayo y las generales del 23 de julio, que han condicionado prácticamente todo en el día a día. Por la inestabilidad y tensión política, un cambio de rumbo en el Gobierno de Aragón, ya que el cuatripartito liderado por Javier Lambán cedió el paso a la coalición PP-Vox con el apoyo de un PAR que se descuartizó meses antes en tres escisiones y de Teruel Existe, formando otra especie de cuatripartito. Todo ello supuso la entrada de la extrema derecha en los gobiernos y coronar a Jorge Azcón como presidente de Aragón. Y el empujón definitivo a un frente común a la izquierda del PSOE llamado Sumar, que aupó en julio a la primera línea al diputado Jorge Pueyo en el Congreso.

El de Azcón es un nombre propio destacado en este 2023, como también lo fue el de Marta Fernández, elegida por la ultraderecha para presidir las Cortes de Aragón. Nuevos gobiernos con Vox y nuevos damnificados: la cooperación internacional en el primer presupuesto de la DGA, el festival Periferias en Huesca o la purga del personal de confianza en La Aljafería. El desembarco de la extrema derecha llegó con polémica, como la imagen de la actual directora general de Justicia, Esmeralda Pastor, con una bandera del aguilucho franquista, o el desencuentro de Marta Fernández con la ministra de Igualdad, Irene Montero, en Zaragoza, a la que negó el saludo. O ambas lo hicieron. ¿Quién sabe?

El tablero político se tambalea y la calentura es general y creciente en un debate más centrado en polémicas nacionales que domésticas. Como la amnistía y los pactos de Pedro Sánchez con Junts y ERC para gobernar el país, o con Bildu para arrebatar a UPN el bastón de mando en el Ayuntamiento de Pamplona. Entre las campañas electorales y las protestas del PP o Vox, se podría decir que ambos han estado más en la calle que nunca. Incluso eclipsando el vuelco al color político dado en las comunidades y principales ayuntamientos en mayo y a su frustrante victoria en julio que dejó a Alberto Núñez Feijóo a las puertas de la Moncloa. Mientras, en el camino, Ciudadanos se dinamitó a sí mismo con una rebelión que acabó con todos sus pesos pesados fuera del partido... y casi todos, después, con un puesto de confianza.

La Nueva Romareda

La crispación política parece haber absorbido todos los focos. Los reproches, insultos, improperios y acusaciones veladas o explícitas que tuvieron hitos importantes como cuando el diputado turolense Herminio Sancho fue agredido cerca del Congreso el día de la investidura de Sánchez. No ha sido un año fácil para los socialistas, han perdido muchos de sus feudos, entre ellos el de Aragón de Lambán, y han sufrido la persecución de quienes no aceptan pactos con Carles Puigdemont.

Y, aunque no todo ha sido política, otro de los hitos importantes ha sido el impulso definitivo a la nueva Romareda. Pese a empezar el año con la idea de que los dueños del Real Zaragoza asumirían el coste íntegro de su construcción y lo acabara con la creación de la sociedad mixta compuesta por la entidad, el ayuntamiento y el Gobierno de Aragón. El coste, de 140 millones, ahora se sufragará con 80 de dinero público (la mitad lo pone la DGA y la otra mitad, la ciudad), y 40 del club, y un crédito bancario que aún no se sabe quién lo dará. Un giro radical y sin perder opciones de ser sede del Mundial 2030 que la FIFA le adjudicó a España, Portugal y Marruecos este mismo año.

Un 2023 que, en lo deportivo, el Real Zaragoza lo comenzaba estrenando nueva dirección deportiva con Juan Carlos Cordero y que en primavera montó un proyecto ilusionante al principio, aupándose a un sólido liderato en la liga que acabó desmoronándose hasta caer al final a una zona templada alejada de los puestos de ascenso. Conclusión: cambio de entrenador, se fue Fran Escribá y llegó Julio Velázquez, y vuelta a soñar. Mientras, decía adiós al club de su vida y de su tierra Alberto Zapater, que ponía rumbo a Canadá.

Leonor y las deportistas

Pero si un equipo ha sobresalido sobre el resto ha sido el Casademont femenino: campeonas de la Copa de la Reina, consiguió auparse con el liderato en solitario en la liga regular y dando una imagen sobresaliente en Europa. El equipo masculino ha dado un excelente nivel en la competición continental y en liga los de Porfirio Fisac han coqueteado con la zona baja para resurgir con su mejor versión al final del año. Pero las chicas han dado las mayores alegrías en el deporte. Con el histórico Mundial de fútbol que conquistó Salma Paralluelo, el primer título liguero logrado por un equipo femenino de hockey como el Club Hielo Jaca...

2023 será para siempre también el año en el que la Princesa Leonor empezó su formación en la Academia General Militar en su preparación para suceder a su padre, Felipe VI, como reina de España. Cumplió la mayoría de edad en ella y lleva desde agosto atrayendo todas las miradas a Zaragoza, sobre todo en actos como el de la jura de bandera en octubre en un multitudinario acto que se pudo ver en las televisiones de todo el país.

Este año de alto voltaje también pasará a la historia como el que apagó uno de los símbolos de Andorra y de Aragón. La demolición de la chimenea de la central térmica de Andorra se producía en un agridulce mes de febrero: de la ilusión por que Tata instalase en Zuera su gigafactoría de baterías ­–en julio se esfumó­– al inicio del derribo de Plaza Imperial en Zaragoza; del desalojo del Luis Buñuel en Zaragoza a la inauguración del Mobility City en el Pabellón Puente; de la muerte del cineasta Carlos Saura a la conquista de un Goya de Labordeta, un hombre sin más y la aragonesa Yasmina Praderas con As Bestas; el de la firma de un convenio que impulsaba la unión de estaciones entre Candanchú y Formigal por Canal Roya, que acabó retirándose a pocos días de las elecciones tras innumerables protestas...

El adiós de Bunbury y la llegada de la sequía

Marzo comenzó con el primer y único asesinato machista de este 2023. Fue en Villanueva de Gállego, donde un hombre de 55 años mataba a su pareja, Mari Carmen, de 39, delante de su hijo. Ese mismo mes, Enrique Bunbury anunciaba su adiós definitivo a las giras, Renfe probaba en Aragón el nuevo tren Avril, se preparaba el envío de los tanques Leopard aragoneses a Ucrania y se producía el primer gran incendio del año, en Olba y San Agustín (Teruel), afectando más a la vecina provincia de Castellón, en el que sería luego el más importante de los registrados en todo el año. El mundo de la cultura despedía a la popular oregonesa Laura Gómez-Cueva, que fallecía con solo 48 años.

En abril empezaban a dejarse notar los efectos de otra de las grandes protagonistas del año: la sequía. Aragón ha vivido uno de sus peores años y el campo ha sufrido las mayores restricciones y consecuencias. Pero la lluvia también fue protagonista en julio por la tormenta que dejó grandes daños en Zaragoza, de los que sigue sin reponerse del todo.

Amazon y Microsoft se asientan

Mientras, en la economía, cogían protagonismo Amazon o Microsoft, confirmando su apuesta por la comunidad y aunque la primera acabó el año desechando su instalación en La Muela; o el futuro de Stellantis, que sigue pendiente del PERTE para confirmar su inversión millonaria para Figueruelas; la caída definitiva de la térmica de Andorra y su renacer con proyectos que dibujarán su futuro; el estreno de un hotel de cinco estrellas en la estación de Canfranc... No le ha ido mal a la economía este año.

Una de cal y otra de arena, como siempre. En la cultura, el 2023 se recordará también como el de la polémica agresión a Jedet en la fiesta de los Premios Feroz en Zaragoza, el éxito de 'La Maternal' de Pilar Palomero en los Premios Simón y el del pecho de Eva Amaral en el Sonorama o el del homenaje de la RAE a Lázaro Carreter en La Aljafería. Y en política, el del relevo en el Justicia de Aragón, tras la renuncia de Ángel Dolado y con la jueza Concepción Gimeno convertida en la primera mujer que estará al frente de la institución. Y ahora, a por 2024.