los retos del 2024

La unión de estaciones marcará el paso en la lucha por la supervivencia del sector de la nieve

El 2024 será el año clave para, descartado Canal Roya, encontrar la fórmula que contente a todas las partes para garantizar la viabilidad y la sostenibilidad de unos de los motores económicos de Aragón

Aramón espera recibir más de un millón de visitantes en sus casi 300 kilómetros esquiables.

Aramón espera recibir más de un millón de visitantes en sus casi 300 kilómetros esquiables. / Aramón

Arturo Pola

Arturo Pola

En lo que respecta al mundo de la nieve y el esquí en Aragón, todo apunta a que 2024 será un nuevo año en el que la polémica rodee al sector. Tras el anuncio del sepultamiento del proyecto de Canal Roya, en el que gran parte de culpa (o mérito, según quien lo lea) lo tuvo la actuación ciudadana, Aramón sigue insistiendo en que la unión de las estaciones es «necesario y estratégico para la supervivencia». Mientras tanto, el Gobierno de Aragón mantiene su compromiso con la idea de establecer esa conexión, pero, ante el casi S.O.S del holding de la nieve en la comunidad, desde el Ejecutivo aseguran que no van a cambiar su guión de actuación ni van a acelerar sus planes. Conclusión: la controversia está servida.

Tras el derretimiento progresivo que sufrió Canal Roya antes de que la DPH diera carpetazo definitivo al proyecto que pretendía la unión de Astún y Formigal a través de un telecabina de más de 4 kilómetros que transcurría por las faldas del Anayet, pronto se abrieron posibles alternativas pero que todavía parecen lejos de concretarse. Por ello precisamente, Aramón sigue insistiendo en que «es vital para competir» con los principales destinos alpinos de España y Europa. Mientras rivales directos de la empresa aragonesa como Baqueira, Sierra Nevada o Andorra ya tienen aseguradas grandes inversiones para ampliar pistas y modernizar instalaciones, Aramón confía en que Jorge Azcón retome la iniciativa. 

Ahí es donde aparece el Plan Pirineos como posible vía facilitadora. La iniciativa, con un presupuesto de 75 millones entre fondos propios y europeos, ya ha presentado un listado de inversiones. Algunas de sus actuaciones principales van a ser para blindar la carretera de Montanuy, la telecabina entre Benasque con Cerler, la de Astún con Candanchú y un tobogán de montaña en Panticosa. Todas ellas con la intención de que la nieve siga siendo el motor económico de la provincia y, dejando los fríos números a una parte, que la vida en los valles pirenaicos y a su alrededor no muera.

La manifestación contá la unión de estaciones del pasado 6 de mayo en Zaragoza reunió a más de 4.000 personas.

La manifestación contá la unión de estaciones del pasado 6 de mayo en Zaragoza reunió a más de 4.000 personas. / Jaime Galindo

Mientras tanto, los ecologistas, que ya tumbaron con sus protestas (en especial con la manifestación de mayo en Zaragoza) siguen muy atentos a las novedades y prometen que las reivindicaciones y la educación ambiental van a ser una constante si el fantasma de la unión de estaciones regresa a la agenda política. Además, mirando todavía más lejos, consideran que lo que hay que hacer es buscar alternativas al esquí, una actividad con los años contados para ellos. Se apoyan en que, en los últimos 50 años, la temperatura en los Pirineos ha aumentado 1,6 grados, y las precipitaciones han disminuido un 2,5 % por década. Un rival, el cambio climático, que si cumple su amenaza acabará por arrasar un sector que, mientras ocurra lo que parece evidente, necesita que llegue el entendimiento para subsistir en Aragón.

La temporada

Mientras tanto, la actividad en el Pirineo vive en estas fechas sus días más intensos. A pesar de que las estaciones tuvieron que retrasar el inicio de la campaña, las Navidades están cumpliendo las expectativas y desde Aramón anunciaron que confían en superar los 1,1 millones de esquiadores de la anterior temporada y los más de 6 millones de euros de beneficios. En este nuevo curso, Aramón redobla su apuesta por la diversificación con un nuevo modelo de negocio basado en la combinación del esquí y el ocio en el que el holding es pionero y en el que prácticamente los ingresos derivados de los forfaits se iguala con los que llegan por otras vías como la restauración.

Esta situación repercute, tanto directa como indirectamente en la economía de los valles, siendo Aramón el principal generador de empleo de la zona. A los 1.300 trabajadores fijos de la compañía se le pueden llegar a sumar alrededor de 13.000 puestos temporales durante la campaña a los que el Gobierno de Aragón sabe que no puede renunciar. El esquí en la comunidad ha demostrado, hasta el momento, ser un negocio rentable y 2024 se presenta como el año clave para encontrar la fórmula para que lo siga siendo y, además, que lo sea de la manera más sostenible posible.

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