PROMOCIÓN DE LA CONSEJERÍA

Regreso al mundo rural... y al pasado

Despoblación estrena un anuncio para fomentar la vuelta a los pueblos pero vuelve a caer en los tópicos clásicos para recordar a este entorno

Regreso al mundo rural... y al pasado

EL PERIÓDICO

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

La apuesta del Gobierno de Aragón que forman PP y Vox por el mundo rural fue clara desde la composición de las consejerías. Por primera vez, la despoblación contaba con área propia, capitaneada por el líder de la ultraderecha en la comunidad y vicepresidente primero del Ejecutivo autonómico, Alejandro Nolasco. Su último paso, después del reparto presupuestario e impulso de nuevas líneas de apoyo, es la elaboración de un anuncio televisivo cargado de más nostalgia que visión futura.

Es complicado imaginar cómo será la sociedad rural dentro de unos años, pero está claro que poco se parecerá a la propuesta de la consejería de Vox. «Aragón está llena de oportunidades para quedarse en el territorio, prosperar y labrarse un futuro», dice el spot presentado, mientras de fondo pasan imágenes que recuerdan más a tiempos pretéritos que a la realidad de la conocida España Vaciada.

Porque entre hornos de pan, llaves de forja y tractores que ya no se encuentran disponibles en el mercado, el mensaje que lanza el Ejecutivo autonómico es el de un mundo rural atrapado a mediados del siglo XX y cuyo futuro, según esta versión de la consejería, pasa más por seguir con una vida en blanco y negro en vez de repensar el hogar de las futuras generaciones. Que no se construirá a golpe de martillo en yunque como parece querer presentarse en el vídeo.

«Para que los que están aquí no se vayan y para que los que vengan de fuera se queden», prosigue en su discurso el relato de un mensaje que, por incluir algo que diferencia al ruralismo aragonés del resto del país, dice aquello de «vamos de propio». El lenguaje de la tierra, ese gran aliado. Una forma de hablar que no se utiliza en la pizarra, donde se recuerda al «la valiente rebelión del pueblo madrileño» frente a las tropas napoleónicas.

Quizá el fragmento que rezuma más nostalgia es el de esa aula vacía, con pupitres de madera y pizarra verde en un lateral, con tiza grande y letra de cuadernillo Rubio. «Llénate de un mundo de posibilidades, de caminos por recorrer en una tierra con raíces sólidas»: el árbol que se sustenta en esas raíces murió hace mucho, aunque algunos no lo quieran ver.

A lomos de ese destartalado tractor se marcha el vídeo, que termina con el logo del Ejecutivo autonómico. «Llenos de orgullo. Llénate de Aragón». Sea el que sea, porque la comunidad representada en el vídeo dejó de existir hace días.

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