La revuelta del sector primario

La voz del campo (I): "La agricultura está en la tierra, no en una oficina con papeleo"

Tres participantes en las marchas de tractores explican por qué el sector primario ha dicho "¡basta ya!"

Luis Andárez, agricultor de Ejea de los Caballeros, hoy en la concentración de tractores en el paseo Independencia.

Luis Andárez, agricultor de Ejea de los Caballeros, hoy en la concentración de tractores en el paseo Independencia. / El Periódico de Aragón

Judit Macarro

Judit Macarro

«Los principios de la agricultura se están perdiendo», afirma Luis Andárez, agricultor que hoy ha participado en la manifestación que paralizó varias zonas de Aragón, entre ellas la capital aragonesa. No ha dudado en salir a la carretera desde Ejea de los Caballeros para conseguir que «se nos escuche, que nos estamos ahogando con tanta burocracia», reclama. La misión era poder entrar en la capital de Aragón, donde alrededor de las 15.30 horas lograron paralizar el centro de Zaragoza alrededor de 120 tractores.

«Desde Bruselas no entienden que el trabajo de un agricultor está en el campo, no en una oficina», proclama el trabajador. Asegura que, «ahora mismo, pasamos mucho más tiempo encerrados haciendo cálculos y recuentos que donde tenemos que estar, que es trabajando la tierra y cultivando». Y junto a esta problemática administrativa, Andárez añade otras «muchas más». Por ejemplo, «lo difícil que lo tienen para seguir adelante los que son nuevos en el mundo agropecuario». El trabajador señala que, ante todos los problemas meteorológicos vividos estos últimos meses, «los jóvenes son los que más sufren, por las complicaciones a las que son sometidos a la hora de poder pedir ayudas», menciona.

Y a los problemas del tiempo, según Andárez, «se están intentando frenar o solucionar a través de una agricultura basada en la conservación y cuidado del medio ambiente». Y, que ante esta «súper legislación de la agricultura», añade que en la PAC se están olvidando de lo más importante, «que los agricultores trabajamos en el campo, no somos administrativos y ya bastante trabajo tenemos día a día como para tener que hacer frente a todas las gestiones que nos están pidiendo», denuncia.

Añade que, como guinda a este pastel, «están dejando entrar productos de países extranjeros, cuando lo primero que se tendría que hacer es dar salida a los productos de la comunidad aragonesa», reclama el agricultor. 

Javier Duque, agricultor de Huesca, en su tractor.

Javier Duque, agricultor de Huesca, en su tractor. / El Periódico de Aragón

Javier Duque, agricultor: "Mi trabajo es mi pasión y no me dejan vivir de ello"

Javier Duque tiene 25 años y trabaja como agricultor en Huesca. «Me encanta el campo, es mi vida y mi pasión», asegura con orgullo. Pero el encarecimiento de los costes de producción y la competencia de las importaciones que provienen de Europa «están consiguiendo que no pueda vivir de esto», lamenta.

Su trabajo se ha visto afectado hasta tal punto que «me sale más rentable estar hoy manifestándome, que en el campo cultivando», explica, y «eso es lo que no puede ser», denuncia.

Cuenta que hoy ha salido de casa a las 8.30 horas con su tractor con una misión: «Defender mis derechos y los de mis compañeros, queremos que se nos escuche. Que se entienda lo que nos está pasando», menciona a este diario.

El primer punto que reclama el joven oscense parte de la imposibilidad de hacer frente a los gastos que conlleva su trabajo. «Al final del día, esto deja de ser rentable porque, a pesar del esfuerzo que le pongas, las perdidas son muy grandes», asegura.

Y, junto al menoscabo económico, aparece otra gran preocupación para los agricultores como Duque. «Cada vez nos exigen más medidas burocráticas a las que nos es imposible hacer frente», señala. Javier Duque explica que ya de por sí «mi trabajo conlleva muchas horas» y, si a ello se le suma el cada vez más exigente papeleo, «no puedo llegar a todo, ni yo ni mis compañeros», añade.

Todo ello, el oscense lo achaca a las nuevas políticas agrarias que «no hacen más que ahogarnos, a todos los trabajadores de este sector», denuncia.

Una legislación que, según Duque, «está llegando al punto de que nos dicen qué podemos sembrar y qué no». Y los problemas a los que se enfrentan no acaban aquí, si no que, «mientras en España nos enfrentamos a un montón de papeleo y normativas medioambientales y de bienestar animal, los productos que se introducen en el país nos hacen competencia desleal porque no tienen tantas trabas como nosotros», confirma. 

Juan García, ganadero bovino de Huesca, en la manifestación de ayer.

Juan García, ganadero bovino de Huesca, en la manifestación de hoy. / El Periódico de Aragón

Juan García, ganadero bovino: "No trabajamos con normas igualitarias"

Juan García, ganadero bovino en la provincia de Huesca, también ha participado en las protestas de los agricultores que ayer cortaron varias carreteras en Aragón.

Junto a sus compañeros agricultores y ganaderos, García ha marchado a la capital del Alto Aragón «para reivindicar la imagen del campo y lo que nos están haciendo sufrir las nuevas políticas medio ambientales y del bienestar animal», explica. Desde la localidad de Grañén ha comenzado su camino hasta Huesca, donde con varios trabajadores del sector «hemos logrado paralizar la ciudad durante la mayor parte del día», señala.

Un hecho «histórico» que jamás hubiera imaginado. «Toda una locura, sobre todo la comprensión con la que nos han recibido los ciudadanos con los que nos hemos cruzado en las carreteras. Muchos nos han adelantado con el pulgar hacia arriba, porque entienden lo que sufrimos», expresó.

El día a día de García, al igual que el de muchos otros jóvenes que comienzan en el sector primario, «es difícil, porque ahora mismo nos están poniendo muchas trabas», explica.

Como el resto de sus compañeros, el trabajador reclama una agricultura con una burocracia más ligera.

En su caso, «no me dejan aumentar mi granja y no tengo suficiente espacio». Un hecho que, junto a las exportaciones extranjeras, complica su situación económica. «No estamos compitiendo al mismo nivel cuando aquí están exigiéndonos una normativa muy dura y a la vez están entrando productos que tienen unos costes de elaboración más baratos», asegura el joven ganadero. 

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