Mercazaragoza espera cubrir pronto el hueco logístico que deja la huida de Maersk

La sociedad pública, controlada por el ayuntamiento, estudia acciones contra la naviera y se quedará los 70.000 euros que depositó como fianza

La compañía renuncia a instalarse en la plataforma logística y agroalimentaria, lo que supone la pérdida de una inversión de 20 millones que iba a crear 100 empleos

Movimiento de un contenedor de la naviera Maersk en la Terminal Marítima de Zaragoza (TMZ).

Movimiento de un contenedor de la naviera Maersk en la Terminal Marítima de Zaragoza (TMZ).

Una de las principales inversiones empresariales que se preveía materializar en Zaragoza en los próximos años se ha esfumado. La naviera Maersk, el segundo operador mundial de transporte marítimo de mercancías, da la espantada a Mercazaragoza, donde tenía previsto levantar instalaciones logísticas. La compañía ha renunciado a la explotación de la parcela de 42.000 metros cuadrados que se le adjudicó en noviembre de 2022 a través de un contrato de alquiler a 25 años. Desde la sociedad pública, cuyo principal accionista es el ayuntamiento (51%), confían en resarcirse del varapalo por varías vías y esperan encontrar pronto un nuevo inquilino que dé vida a la última ampliación urbanística llevada a cabo en la plataforma agrolimentaria.

Además de estudiar acciones legales contra Maersk por esta desinversión, que fue avanzada por 'Heraldo de Aragón', los gestores de Mercazaragoza están ya en contacto con otros operadores logísticos interesados en cubrir el gran hueco que ha dejado la caída de este proyecto logístico. Se trata de un suelo de gran calidad tanto por sus características técnicas como por su valor estratégico y logístico, situado junto a la Terminal Marítima de Zaragoza (TMZ), que está también en pleno proceso de ampliación de su capacidad.

El asunto será abordado este lunes en la reunión de la comisión ejecutiva de la sociedad pública, en la que también participa la empresa estatal Mercasa con el 48,5% del capital. Uno de los puntos del orden del día es la «incautación de la garantía por incumplimiento de Maersk y otras posibles acciones legales». Las bases de la adjudicación de la parcela contemplaban una fianza de dos mensualidades del alquiler para asegurar la correcta ejecución del contrato. Al haberse incumplido la empresa perderá los 70.000 euros despositados por este concepto.

El pliego también recogía la posibilidad de imponer una penalización de 300 euros diarios por la demora en el cumplimiento de las obligaciones y plazos del contrato.

La compañía comunicó la renuncia a través de un burofax enviado el pasado 11 de diciembre a Sergio Alarcón, director de Mercazaragoza. En el escrito, Maersk Logistics & Services Spain, la división logística del grupo, aseguraba que desde el inicio «ha apostado fuertemente por el proyecto y su viabilidad», pero que tras «analizarlo en profundidad» ha tomada la «lamentable» decisión de desistir.

A pesar de ello, en Mercazaragoza aún veían alguna posibilidad de que la naviera reconsiderara la medida, ya que en un primer momento se achacaba al relevo en su dirección. Esa esperanza se acabó de esfumar en una reciente reunión de la empresa en la que se ratificó el abandono del proyecto, que contemplaba una inversión de 20 millones de euros y la creación de más de 100 empleos.

La multinacional danesa no ha explicado sus razones, pero diversas fuentes creen que se debe a la crisis que sufre el transporte marítimo como consecuencia del conflicto del mar Rojo, que afecta de lleno a la compañía. Algunos de sus buques han sido blanco directo de misiles lanzados por rebeldes hutís. Todo ello ha pasado factura a Maersk, que ha ganado un 87% menos en 2023, tras perder 405 millones en el cuarto trimestre, lo que le ha llevado a reordenar y recortar su plan de inversiones.

Por su parte, la portavoz municipal del PSOE, Lola Ranera, ha tachado lo ocurrido de «tremendo varapalo» y acusa al ayuntamiento de «ocultar» el desistimiento de la empresa más de dos meses.

El frutrado desembarco de la naviera danesa en Zaragoza es el segundo mazazo que se produce en el sector logístico local en los últimos meses tras la renuncia de Amazon a poner en marcha un gran almacén que había levantado en La Muela.