Semana Santa 2024

El Bajo Aragón cuelga el cartel de 'completo' con La Ruta del Tambor

El sector hostelero de Teruel roza el 100% de ocupación a pocos días de que comience la festividad

El Jueves Santo, el Viernes Santo y el Sábado Santo son los días con mayor demanda

Imagen de archivo de la rompida en Hijar de la ruta del Tambor y del Bombo en 2022.

Imagen de archivo de la rompida en Hijar de la ruta del Tambor y del Bombo en 2022. / JAVIER CEBOLLADA/ EFE

Judit Macarro

Judit Macarro

La Semana Santa va a vibrar con fuerza en el Bajo Aragón un año más gracias a la Ruta del Tambor y del Bombo que, como ya viene siendo habitual, ha vuelto a colgar el cartel de completo en todo el sector hostelero de la comarca turolense. El retumbar de los tambores vuelve a atraer a numerosos visitantes que, ya sean agnósticos o católicos más o menos fervorosos, no dudan en disfrutar de una de las esencias del Bajo Aragón. Más aún si el tiempo acompaña, que parece que será así.

El buen clima, de hecho, ha ayudado al auge de la demanda de ocupación, que en muchos puntos ya roza el 100% a escasos días de los actos centrales de la Semana Santa. Los puntos neurálgicos son los nueve pueblos de la Ruta del Tambor y Bombo, que se transforman estos días. Albalate, Alcañiz, Alcorisa, Andorra, Calanda, Híjar, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda y Urrea de Gaén mudan su estampa habitual para aglutinar el sonido de los tambores.

La atracción turística del Bajo Aragón alcanza incluso a las zonas limítrofes como el Maestrazgo o puntos como la ciudad de Teruel, donde las reservas también están «hasta los topes». Así lo señala Jesús Marco, presidente de la Federación Aragonesa de Turismo Rural (Faratur), quien apunta como días clave de visitas Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo. «La rompida de la hora de esos días es lo que más público reúne», asegura.

Los visitantes se alojarán en casas rurales y hostales de los pueblos protagonistas, y van desde «parientes que no caben en la vivienda familiar del pueblo, hasta grupos de más de 15 amigos que se reúnen todos los años para esta ocasión», apunta Marco. En ambos casos, se trata de reservas fijas que varían «ligeramente» de un año a otro. Es decir, se hacen con mucha antelación. Respecto a los precios, «el coste por persona varía según el dueño del alojamiento, no hay una franja fija de precios», añade el presidente de Faratur.

Reservas de última hora

Las reservas de última hora son las que decidirán finalmente si la ocupación llegará al 100% en el Bajo Aragón o se quedará casi al límite. «Poco queda ya para reservar, por lo que la variación será muy pequeña», insiste Marco. Las preferencias de los usuarios se centran en aquellos establecimientos donde los horarios de las comidas y cenas no son cerrados. «La Semana Santa tiene horarios complicados, por las horas de las procesiones y las rompidas, por lo que la gente prefiere tirar de reservas en restaurantes y bares para este tipo de ocasiones», confirma.

Semana Santa es, sin duda, uno de los momentos de oro para la hostelería de la zona. En Calanda, el bar Toni ya tiene las reservas al 100% tanto para el primer fin de semana –con el Jueves Santo, el Viernes Santo y el Sábado Santo incluidos–, «como para el domingo y el lunes», cuando la ocupación comienza a perder fuerza. «Estamos todos los días a tope. Año tras año», dice el dueño del negocio.

Comidas especiales

En Alcañiz, el bar Venecia también ha colgado el cartel de completo para toda la Semana Santa. «El Domingo de Ramos ya está todo lleno, mientras que otros días están al 80%, que son los más tranquilos», explican desde el local. Eso sí, «a todos aquellos que nos están llamando a última hora ya se lo avisamos. Si no corren... ¡Se quedan sin comer!», apuntan.

Otros restaurantes se lanzan a la aventura y no ponen límites estos días. Es el caso de El Volante, en Híjar, donde desde que abrieron por primera vez hace más de 30 años la Semana Santa la hacen «sin limitar las mesas», asegura el dueño del establecimiento.

Tampoco preparan un menú especial, aunque para el Domingo de Ramos «tenemos algún que otro plato diferente, como carrilleras», señala. Todo ello sin pasar de los 15 euros por persona, «¡al igual que todos los días!», recalcan. 

Suscríbete para seguir leyendo