CONSUMO

Este es el motivo por el que los supermercados comienzan a vender turrón en octubre

Las grandes cadenas de alimentación han llenado los pasillos de sus establecimientos con productos navideños con casi dos meses de antelación

Ir al supermercado se convierte en una auténtica aventura para todos los consumidores. Sin tiempo para digerir el final de la temporada de verano, los establecimientos comerciales han dado la bienvenida antes de tiempo a la Navidad. En cualquier gran cadena comercial de alimentación se pueden encontrar desde hace varias semanas los productos típicos navideños: turrón, mantecado, mazapán... etc.

Esta estrategia de adelantar la campaña navideña es novedosa en los supermercados, que antes esperaban hasta el Puente de la Constitución a principios de diciembre para poner estos populares artículos en las estanterías de sus pasillos. En 2023, esta introducción natalícia ha sido completamente "forzada" debido a las altas temperaturas que se han vivido en toda España hasta la última semana de octubre por lo que se han visto escenas surrealistas de ver gente en chanclas y manga corta comprando turrones.

Se desvela el motivo

Los supermercados quieren estimular cuanto antes el consumo con sus habituales campañas para vender todo tipo de productos. En esta recta final de 2023 todavía hay muchos días o semanas señalados que incitan a los compradores a adquirir artículos que están rebajados o necesitan para una festividad en completo. Es el caso de la Black Week, Black Friday, Halloween o incluso la propia Navidad.

Esta estrategia tan popular en los últimos tiempos tiene el nombre de dayketing y trata de adaptar las técnicas de comunicación de todas las empresas comerciales a conceptos muy relacionados con días específicos para tener influencia en la sociedad con el motivo de aumentar la rentabilidad de sus acciones comerciales.

Por lo tanto, los supermercados, además de llenar el local de productos, cambian por completo su decorado añadiendo detalles tipo las calabazas para Halloween, los adornos de Navidad, que sirven para atraer la atención de los clientes e incitarlos al consumo.

Así, los establecimientos quieren dar una vuelta de tuerca a la percepción convencional de los consumidores, que generalmente asocian el turrón con la Navidad y el helado con el calor, para fomentar la adquisición de estos productos en momentos inusuales a lo largo del año. Este cambio de enfoque también se refleja en la organización de los productos en las tiendas, donde se encuentran artículos que no suelen estar en temporada junto con otros que se adaptan a las cambiantes preferencias de los compradores.

Esta flexibilidad en el modelo de tienda también se traduce en beneficios para las empresas productoras, ya que les permite ajustar de manera más efectiva sus procesos de fabricación y suministro, lo que genera ventajas significativas en toda la cadena de valor.