CASADEMONT ZARAGOZA

Un carrusel de bases en el Casademont Zaragoza

Stefan Jovic es el undécimo director de juego que pasa por el equipo aragonés en las últimas tres temporadas

Stefan Jovic, a su llegada a Zaragoza.

Stefan Jovic, a su llegada a Zaragoza. / CASADEMONT ZARAGOZA

El Casademont Zaragoza sigue dándole vueltas al puesto de base, su problema recurrente durante las últimas tres temporadas. Stefan Jovic será el quinto director de juego del equipo aragonés en la presente campaña, que todavía no ha llegado ni a la mitad, y el undécimo en los últimos tres cursos. Todo un récord.

Jovic, Wright, Ponikta, Ferrari, Javi García, Jordan Bone, Omar Cook , Rodrigo San Miguel, Kenan Sipahi, Luka Rupnik y TJ Bray son los once bases que han vestido la camiseta roja las tres últimas temporadas, a los que se suman al menos tres jugadores más que han ejercido esa función en algún momento como Howard Sant-Roos este año o Vit Krejci y Rasheed Sulaimon hace dos años.

Los problemas del Casademont Zaragoza comenzaron tras la marcha de Porfirio Fisac del equipo al término de la temporada 2019-20. Ese verano fue también el de la salida definitiva de Carlos Alocén al Real Madrid y la decisión del club fue mantener a Rodrigo San Miguel y Javi García, añadir de manera permanente a Vit Krejci para esa función y tener el comodín de Rasheed Sulaimon.

Los problemas

La desgraciada lesión de Krejci en la segunda jornada desbarató todos los planes y pasaron por la plantilla de manera muy temporal Luka Rupnik (6 partidos) y TJ Bray (11), optando finalmente por que Sulaimon ocupara el puesto de base aunque no era su posición natural. El equipo salvó la categoría y logró el bronce en la Champions.

El curso siguiente, el 2021-22, fue aún peor. La apuesta inicial fue por Omar Cook, Rodrigo San Miguel y Javi García, pero Cook no pudo empezar la temporada al lesionarse en el partido de presentación. La solución fue Kenan Sipahi, pero el turco pronto se convirtió en otro problema y solo jugó 12 partidos con el Casademont.

Llegó Jordan Bone, se recuperó Cook, pero el club todavía tuvo que recurrir a Frankie Ferrari para los últimos siete partidos. El californiano revolucionó el equipo, fue de más a menos y contribuyó a una salvación agónica que se decidió en la última jornada y por la victoria del Tenerife en Andorra.

Chris Wright, en el partido del pasado sábado ante el Covirán Granada.

Chris Wright, en el partido del pasado sábado ante el Covirán Granada. / ACB PHOTO / ESTHER CASAS

Este curso no ha comenzado mejor. Tras descartar a Ferrari al término del curso pasado, la dirección deportiva acabó recuperándolo de nuevo tras acumular rechazos de diferentes candidatos a base, y acompañó al estadounidense con Marcel Ponitka y Javi García. Schiller renegó del plan nada más empezar, utilizando de base a Howard Sant-Roos.

El club volvía a estar en el mercado buscando un base como prioridad absoluta. La llegada de Fisac supuso la salida de Ferrari, no sin antes utilizarlo para las segundas partes, y, tras mucho buscar, acabó llegando Chris Wright, que ya ha jugado tres partidos. No contentos con eso, en el club han apostado por un nuevo director de juego, Stefan Jovic.

Su llegada obedece también a la necesidad de reforzar un perímetro debilitado tras la salida de Lomazs y supondrá que Ponitka haga tanto el uno como el dos, según anunció el propio Fisac. Queda por ver cómo afectará eso a Javi García, el mayor damnificado de todo este carrusel y a quien no terminan de encontrarle su sitio y su papel en la plantilla.

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