COPA DE LA REINA

La sexta jugadora es el Príncipe Felipe

Las jugadoras rojillas han estado arropadas por el incansable aliento de su afición, que estuvo encima de lo que sucedía en pista durante los 40 minutos. En el descanso se rindió un emotivo homenaje a Pilar Valero, retirando su camiseta en medio de una gran ovación

Parte de la afición del Casademont, este jueves en el Príncipe Felipe

Parte de la afición del Casademont, este jueves en el Príncipe Felipe / Ángel de Castro

David García Arlegui

David García Arlegui

Desde más de una hora antes del comienzo del Casademont Zaragoza-Araski, los aledaños del Pabellón Príncipe Felipe se teñían de diferentes colores con todas las aficiones presentes para animar a las suyas en la Copa de la Reina. Entre toda esta combinación cromática, como no podía ser de otro modo, destacaba una Marea Roja que ha arropado a las jugadoras desde el momento en el que salieron a la pista a realizar los ejercicios de calentamiento.

Pese a un considerable desplazamiento de la afición del Araski, con casi 300 alaveses que acompañaron a su equipo ocupando una de las esquinas del Príncipe Felipe y alentando fielmente a las suyas, el pabellón estuvo mayoritariamente coloreado de rojo, siendo notable la condición de local en el torneo del Casademont.

La afición ha respondido con creces al llamamiento del club desde sus redes sociales, y las jugadoras lo notaron. Con los Inchas Lleons como motor de los cánticos, el Felipe entero se contagió de ganas de animar y fueron constantes los cánticos y aplausos del público hacia las suyas. Y, claro, el equipo lo notó, devolviendo al público la pasión que les llegaba desde la grada transformada en lucha sobre la pista.

Desde los primeros compases del encuentro, el Araski ha notado la presencia del Felipe a todos los niveles. En pista, las alavesas comenzaron anotando 10 puntos en los 16 primeros minutos de juego, y su afición se fue apagando con la única excepción de un conato de respuesta del Araski al ciclón que fue en el primer tiempo el Casademont Zaragoza.

El tramo de partido menos ruidoso de la Marea Roja estuvo en los instantes más próximos al descanso, siendo el final del segundo cuarto y el principio del tercero los momentos en los que menos presencia tuvo la afición rojilla. Lógicamente, coincidió con el peor momento en pista de las de Carlos Cantero y el mejor de las jugadoras del conjunto vasco. Sin embargo, un parcial de 9-0 después de un tiempo muerto a mitad del tercer acto ha tenido un efecto de reactivación en la hinchada local.

Afición del Araski, este jueves en el Príncipe Felipe

Afición del Araski, este jueves en el Príncipe Felipe / Ángel de Castro

Recuerdo a Pilar Valero

No faltó la nota de humor, con el público pidiendo la antideportiva para Katamotz, la mascota del Araski, por derribar a Link durante un tiempo muerto. Tampoco se quisieron perder la cita los jugadores del Casademont masculino, presentes desde el comienzo del encuentro en el pabellón.

Pero, sin duda, el momento más emotivo de la tarde tuvo lugar al final del descanso, cuando excompañeras, familiares y personalidades del baloncesto femenino observaron, desde el centro de la pista, el ascenso a lo más alto del Príncipe Felipe de la camiseta de Pilar Valero, exjugadora del Banco Zaragozano y leyenda del baloncesto femenino que falleció recientemente y cuyo legado queda inmortalizado en el cielo del pabellón al lado de otro mito de este deporte como es Fernando Arcega.

Eso sí, si hay que sacar una conclusión es que el aliento de la grada hacia sus jugadoras en el Príncipe Felipe es innegociable, siendo un factor determinante, sin duda alguna, en el triunfo de las de Carlos Cantero y su clasificación a las semifinales de esta Copa de la Reina en la que la afición desea tanto o más que las jugadoras, si es posible, tocar la gloria saliendo campeonas.