Liga Femenina Endesa

Intachables en compromiso (57-72)

El Casademont, sin Leo Fiebich, nota el desgaste contra el Valencia de una colosal Raquel Carrera

Las jugadoras del Casademont Zaragoza, visiblemente cansadas durante el choque ante el Valencia Basket.

Las jugadoras del Casademont Zaragoza, visiblemente cansadas durante el choque ante el Valencia Basket. / Jaime Galindo.

David García Arlegui

David García Arlegui

El físico pasó factura al Casademont Zaragoza en el partido de ida disputado en el Príncipe Felipe ante el Valencia Basket, que finalizó con un 57-72 favorable a las valencianas. Sin la presencia en pista de Leonie Fiebich y con Vega Gimeno muy aislada del partido, Rubén Burgos se encomendó al acierto de sus estrellas, en especial el de una sobresaliente Raquel Carrera.

El encuentro comenzó con un 4-0 favorable a las rojillas, siendo esta la única ventaja que tendrían en la totalidad del partido. El Valencia empezó a encontrar su acierto, con Leti Romero anotando 7 puntos en un primer cuarto en el que se fijó una brecha que el Casademont no fue capaz de reducir en la práctica totalidad del encuentro gracias a un parcial de 2-13 que Cantero se vio obligado a parar pidiendo el tiempo muerto. Tras el mismo, las suyas fueron capaces de frenar la sangría con buenas actuaciones en defensa, pero el Valencia había conectado antes con el encuentro y supo repartir la anotación, con Marie Gülich y la zaragozana Cristina Ouviña aportando dinamismo desde el banquillo. Así, se llegó al final del primer cuarto con un 10-19 en el marcador.

En el segundo cuarto despertó el coco valenciano: Raquel Carrera fue imparable y las metió de todos los colores para irse con 11 puntos al final de la primera mitad. Ayudada por la siempre dedicada Leti Romero, la gallega hizo lo que quiso en un cuarto en el que las de Rubén Burgos llegaron a distanciarse de 17 puntos del Casademont, con las locales sufriendo mucho en algunos tramos y viendo como Markeisha Gatling dejaba la pista por un golpe en la mano a falta de cinco minutos para el final del cuarto (24-42).

Nada más terminar el descanso, volvía a aparecer el fantasma: Raquel Carrera anotaba de tres para el Valencia. Sin embargo, la segunda mitad del partido sirve bien como resumen del alma de este Casademont que ha tomado como costumbre no rendirse jamás. Gracia Alonso de Armiño sentaba cátedra en defensa y, ofensivamente, Mariona Ortiz se encargaba de generar juego. Aunque las valencianas conseguían ponerse a 17 de nuevo, un triple de Helena Oma y un canastón de la base de Calella encendían de nuevo al Príncipe Felipe, reduciendo a 12 la diferencia con las de Rubén Burgos, quien pidió un tiempo muerto que hizo a las suyas volver a meterse en el partido.

Así, las visitantes gozaron de una ventaja máxima de veinte puntos (39-59), en un cuarto en el que las de Carlos Cantero achacaron el esfuerzo físico que supone estar jugando una semifinal de playoff de Liga Endesa con tan solo ocho jugadoras y que concluyó con un resultado de 42-59. Solamente un buen arreón de Tate en ataque mantenía la esperanza en las filas rojillas.

Con la rasmia por bandera, el Casademont trataba de nuevo de morder en busca de meterse en el encuentro, reduciendo la distancia a 12 puntos nada más comenzar el último cuarto. El duelo Mariona-Ouviña se ponía precioso, con la jugadora zaragozana exhibiendo una rapidez de manos fuera de lo común y la rojilla respondiendo con un movimiento precioso para sacar el dos más uno ante Ouviña. Rubén Burgos volvía a cortar la racha del Casademont y podía verse a Fiebich haciendo todo lo que puede hacer una jugadora desde su posición.

Cantero: «No es casualidad haber perdido de tanto sin Fiebich»

Carlos Cantero se mostraba resignado al término de un partido «duro» en el que el Casademont siempre fue a remolque. «En la primera parte no ajustamos bien detalles en defensa y movimientos en ataque aunque de la segunda estoy más contento», indicó el técnico del Casademont. Cantero admitió la superioridad de un Valencia «con mentalidad todoterreno y difícil de parar en la situación en la que estamos» pero «las jugadoras han dado el máximo a pesar de los problemas en las rotaciones».

El madrileño lamentaba la baja de Fiebich. «Durante la temporada, las bajas de Leo han coincidido con nuestros peores partidos. Es la MVP de la Liga y cuando no está se nota. No es casualidad que hayamos perdido de tanto sin ella», subrayó el entrenador, que, a pesar de la diferencia, se niega a dar la eliminatoria por perdida. «Vamos a luchar por que no haya sido nuestro último partido en casa. Siento mucho orgullo y satisfacción y eso hace que el disgusto de la derrota dure poco».

En este último acto, el cansancio hizo mella y ambos equipos redujeron sus registros de anotación, y las de Cantero ofrecían un recital de despliegue físico al que no pudo sumarse Vega Gimeno, ausente en la práctica totalidad del choque. Mariona, por otro lado, se enfundó el traje de capitana en un cuarto en el que el trío arbitral pitó de una manera especialmente espantosa, inventándose una falta a Gülich que provocó la explosión del público y señalando otra infracción a Carmen Grande en una jugada en la que ella recibió un manotazo.

Con el bocinazo final, el Príncipe Felipe hizo saber su opinión ante la actuación de los colegiados mediante una sonora pitada, poniendo fin a un encuentro en el que se hace imposible criticar la mentalidad de lucha de las de Carlos Cantero, que achacaron el aspecto físico y se marcharán a la Fonteta con una desventaja de 15 puntos (57-72).