La crónica del Casademont Zaragoza-Bilbao Basket: una victoria increíble (77-63)

Increíble. El Casademont Zaragoza acabó pasando por encima del Bilbao Basket tras protagonizar tres cuartos pésimos, ir siempre a remolque y perder por hasta 17 puntos a poco más de 16 minutos para el final. De desesperar a la grada con su juego y provocar las primeras protestas a poner al pabellón en pie y provocar la locura en la grada. De perder por 17 puntos a ganar por la misma diferencia en tan solo quince minutos de juego. Fue un final apoteósico con los puntos de Yusta y los triples de Smith (23 puntos, 7 rebotes, 7 asistencias, 29 de valoración,el mejor en todos los apartados) y de Gielo, por fin útil y utilizado. Increíble pero cierto, el Casademont ganó por 77-63 y ya tiene tres victorias en la Liga Endesa que le permiten ver el futuro más claro.

Porfirio Fisac dejó fuera a Emegano, por lesión, y a Watt y apostó de inicio por su quinteto titular. Pero el plan no salió bien porque el equipo aragonés protagonizó una primera parte terrorífica. El Bilbao Basket estuvo demasiado cómodo desde el principio, con jugadores como Smith y Pantzar anotando con una facilidad pasmosa, con Hlinason haciéndose grande por dentro ante un Okafor desaparecido al que sus compañeros ni miraban. El Casademont Zaragoza tiene un serio problema en el ataque posicional. O corre y anota en contraataque, o cada acción es un dolor de cabeza. Ysin defender es casi imposible correr.

Así, con una producción muy normal, el Bilbao Basket consiguió una ventaja máxima de 16 puntos al inicio del segundo cuarto (10-26). El Casademont estuvo sin anotar los cuatro primeros minutos de cada uno de los cuartos y luego hizo tres canastas de dos en el primero y cuatro en el segundo y un triple en cada uno de ellos. Además, se dejó por el camino seis tiros libres en once intentos. Solo cuando se vio contra las cuerdas, en ese 10-26 que provocó el enfado del público, reaccionó el equipo aragonés de la única forma posible, apretando en defensa para intentar poner en aprietos el Bilbao.

En el alambre

Lo consiguió provocando alguna pérdida, recuperando y corriendo. Así es la única manera en la que se encuentra cómodo un equipo que tiró de todas las maneras posibles y falló también de todas las formas imaginables, de lejos, de cerca, en acciones sin elaborar, con sus jugadores más nuevos y con los más veteranos. Por momentos fue difícil ver algo peor que lo que estaba haciendo el Casademont Zaragoza en la pista. Pero ese instante de apretar los dientes y correr le permitió al equipo aragonés ponerse a solo cinco puntos (24-29, minuto 18). Hasta ahí, porque en los últimos dos minutos de nuevo el Bilbao Basket encontró fácil el camino del aro gracias a despistes defensivos o a rebotes ofensivos. Total, que al descanso el Casademont perdía por 25-37 y tenía mucho trabajo por delante.

No cambió mucho la historia en el tercer cuarto porque la mejor mostrada por los aragoneses fue mínima, insuficiente para darle la vuelta al marcador. Tanto era así que el Bilbao Basket volvió a marcar una nueva máxima, 17 puntos de ventaja (31-48) que obligó a Fisac a pedir otro tiempo muerto con poco más de cuatro minutos jugados. Un par de triples de Yusta permitieron volver a meterse en partido a un Casademont Zaragoza que a esas alturas ya no sabía cómo hacerlo. Los árbitros tampoco ayudaron en nada, pitando cada uno una cosa diferente y con criterios distintos para las faltas, provocando el enfado de la grada. Con todo, el Casademont entró en los diez minutos finales en partido (48-53).

Un triple de Gielo y una canasta de Kravic lo empataron nada más comenzar el último cuarto (53-53), permitiendo al Casademont una nueva vida. Y vaya si la aprovechó. Los triples de Gielo abrieron la lata, las asistencias de Cinciarini dieron alas al equipo y los triples de Smith hicieron enloquecer a la grada porque el Casademont pasó de perder por 17 puntos a ganar por los mismos (77-60) a un minuto del final. El Bilbao se hundió sin respuesta ante el vendaval que levantó el Casademont Zaragoza.